Ella venia a cenar esa noche, era nuestra cita a ciegas, aunque ya habíamos conversado por el chat otras veces y nuestras fantasías escritas eran vibrantes, calientes y compenetradas. Pero teníamos ganas de poseernos
Yo había preparado algo ligero, unas ostras en tempura de curry, unas brochetas de cigala y rape con una vinagreta suave de frutos secos y un buen jamón ibérico.
Dos botellas de un buen cava nos esperaban metidas en hielo.
Y para el postre mi cocktail de frutos rojos y ron añejo, que mantenía bien frio en la nevera.Sonó el timbre de la puerta. Nervioso y ansioso fui a abrir. Allí estaba ella, tan nerviosa como yo. Nos quedamos unos segundos titubeando. Nos dimos dos besos entre risas y entró en casa.
Tras recoger su abrigo y hice pasar al salón, donde íbamos a cenar. Abrí el cava, lo serví en dos copas frías y comenzamos a charlar. Una charla, suelta, agradable y sincera. Parecía que nos conocíamos de siempre.Aquellos nervios del principio fueron desapareciendo entre risas y sorbos de cava.
Comenzamos la cena mientras conversábamos y buscábamos más cosas en común. Así fue pasando la noche. Llegó el postre, a ella le gustó mucho, lo disfrutó comiéndolo de una forma muy sensual.. Decidí poner algo de música Jazz. Algo suave y cálido.
Le tendí mi mano y mirándola a los ojos le dije con voz firme:
Bailas?- ella sonrió y se levantó agarrando mi mano.
Estaba hermosa, poco maquillada, con un vestido azul de corte clásico un poco por encima de las rodillas.
Su mano agarraba la mía con fuerza, posé mi otra mano en su cadera y ella la suya en mi hombro. Siguiendo el ritmo de la música bailamos lentamente, mirándonos a los ojos. Por mi cabeza pasaban todas aquellas cosas que había imaginado hacer con ella, Su piel era muy fina. Mi mejilla sobre la suya. Mi boca rozando su pude resistirme a su olor y suavemente mano apretó la mía. Sentí como se estremecía. Saqué la punta de mi lengua y recorrí su cuello lentamente, intercalando besos tiernos y algún mordisco delicado, subiendo hasta el lóbulo de su oreja, que mordisqueé con dulzura. Me acerqué a su oído y le susurré lo mucho que me gustaba su olor y su sabor.
No aguantaba más, deseaba besarla, tocarla, morderla, hacerle el amor y llevarla al éxtasis total.....
Mi boca buscó la suya, mis labios se fundieron con los suyos, ella sacaba tímida su lengua que yo acepte chupándola y dándole la mía La apreté contra mi cuerpo, sus manos recorrían mi espalda, sentía sus uñas rozándome. Mis manos cercando sus nalgas, acariciándonos, sin dejar de devorarnos la boca, sentía su pasión en cada beso, en como ofrecía su lengua húmeda para mi deleite. Cogí sus manos y se las eché hacia atrás, sujetándoselas con una de mis manos mientras la otra acariciaba sus mejillas y bajaba por su cuello, jugueteando con mis dedos sin dejar que ella se moviera. Posando la palma de mi mano en su pecho, acariciando sus senos por encima del vestido, todo ello sin dejar de saborear su boca, sintiendo como se excitaba por el hecho de no poder hacer nada más que pedirme que no parara.Seguí bajando mi mano, acariciando su cintura, deslizándome por sus muslos que agarré con fuerza dejando que sintiera como mis uñas se clavaban en ellos, mientras lamía su cuello y mordisqueaba su barbilla. Metí mi mano entre sus piernas, por encima del vestido, apretando su sexo, que sentí caliente, ella soltó un gemido a la vez que mordía mi lengua y la notaba más excitada y deseosa de mí. Metí la mano bajo el vestido, sus braguitas estaban empapadas. Acariciándola con algo más de fuerza, deslicé mis dedos entre su braguita y su sexo húmedo atraía a mis dedos. Acaricié sus labios y estaba tan mojada que mis dedos resbalaron entre sus labios vaginales, llegando a su clítoris duro, que rocé con mis dedos, en círculos, Ella me pedía más...
Comencé a masturbarla con mis dedos. Ella de pie con sus manos en la espalda agarradas con la dejaba de expresión de placer me embriagaba, quería someterla a todo tipo de delicadezas que iban a trasportarla y hacer que sus deseos se realizaran. Mis dedos más rápidos sonaban con el frote con su empapado sexo. Gemía, gritaba de placer, sus piernas temblaban y su sexo se hinchaba, con mis dedos penetrándola sin cesar. Cada vez más rápido. Sus pezones duros atravesaban el vestido los chupé y mordí con algo de grito de éxtasis me endureció.
Sentía que iba a explotar y yo quería beber aquel néctar, agachado y entre sus piernas, le baje las bragas con velocidad, separando sus piernas y metiendo mi cara en su sexo, lamiéndolo con pasión. Saboreando cada rincón de su delicado sexo. Mi lengua introduciéndose con dureza, incrementando mi velocidad mientras apretaba con mis manos sus nalgas, sintiendo sus manos ya libres en mi cabello, Mi mano palmeaba su trasero, y ella gritaba de placer.
Agarrando con sus manos mi cabeza, me frotó más y más contra su sexo, quería estallar y sabía que yo esperaba recogerlo. Sus dedos clavados en mí, me indicaron que el momento llegaba, sus temblores y gemidos, su voz pronunciando mi nombre y mi boca succionando su clítoris. Un grito, gemidos más altos y su sexo oprimiendo mi lengua y dejando caer ese jugo maravilloso, caliente, sabroso, que empapó mis labios mientras yo lamia sin parar, succionando , mordisqueando sus muslos y acariciando sus piernas.
Momento de complicidad y deseo entre los dos. Subí despacito, entre besos tiernos y caricias, me alcé hasta su boca que besé con pasión. Ella me abrazó con fuerza, besándome apasionadamente, dejándome su señal en mi espalda con sus uñas, mordiendo mi cuello y entre risas y mimos me susurró: -deliciosoooo!!!!!!!.
De la mano la llevé al baño, donde juntos nos dimos una ducha refrescante.
Enjabonándonos entre besos y miradas, entre comentarios y risas cómplices que hicieron del momento algo divertido y excitante. Una velada intensa y sensual que nos llevó hasta el sofá donde apoyados uno con el otro, brindamos con una copa helada de cava...
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CITA A CIEGAS? 3
Short StoryUna primera cita siempre es excitante, ellos se conocían a la perfección desde la distancia, y el deseo que se tenían iba a explotar aquella noche.