Una oportunidad

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—Muy bien, hagamos esto rápido, mi tiempo es sagrado-entró refunfuñando la pequeña morena.
—Hola, ¿cómo estás?– el castaño sarcástico–bienvenida a mi casa, adelante-una pequeña reverencia para más retintín.
—Solo hagamos el bendito trabajo rápido, no puedo creer que de todas las personas tuviera que tocarme ser tu compañera, ni siquiera creo verosímil que la profesora nos haya mandado a hacer esto, no tiene sentido, no hay ciencia es esto, dos personas no pueden...

El castaño levantó los hombros, no es que le importara demasiado, que si creía que la precedía estaba loca, pues claro, lo creía desde mucho antes que corista el pastel con esto–Mira, a mí no vengas a reclamarme, yo no dejé el trabajo, y al igual que tú, tampoco creo que funcione, menos en nuestro caso–empezó a caminar hasta el estudio, la morena tuvo que admitir que tenía era casa bonita, siempre lo había sido, no la notaba tan cambiada desde la última vez que estuvo ahí–pero qué se le va a hacer– se sentó en el gran escritorio que había en la habitación– lo que sí te pediría es que no hagas esto aún más difícil e incómodo,  ¿te importa? 
La morena dejó su mochila en un rincón cercano no sin antes sacar de ella un fólder, luego tomó asiento en el sillón, se había tragado su comentario mordaz porque,  a pesar de todo, él tenía razón,  abro el folder y hojeó un poco el interior,cinco los labios, sin no se creía como es que hacían llegado a eso, la clase de Relaciones había empezado como cualquier otra y allí estaba sentada ella a punto de empezar
—Este es el cuestionario de las 36 preguntas que hay que hacer para lograr enamorarse— la muchacha rodó los ojos— sí claro, como si el amor fuera tan fácil
—¿Qué pasa, acaso tienes miedo de que funcione?—sugirió el castaño mientras se acomodaba en otro sillón frente a ella.
—¡Pues claro!—respondió la muchacha, una leve sonrisa se dibujó en el rostro del chico— ¿qué sería peor que terminar contigo? ¡NADA!— el chico volvió a su semblante normalmente serio, que había hecho para merecer aquello, y por qué de pronto a la profesora terminó de zafársele el último tornillo.
-Pues
-

Pues no veo que tengas muchas opciones-ella levantó la mirada extrañada-qué tanto te quejas sobre que así no es el amor, que no es tan fácil, que no hay ciencia...que yo sepa, nunca te has enamorado-por alguna razón disfrutaba molestándola, desde siempre, y también disfrutaba el hecho de saber que tenía razón y que en verdad ella nunca había estado con nadie.
-Tú mismo lo has dicho-que bonito sonaba eso a oídos del castaño-no que tú sepas-eso era sólo una estrategia para jugar con él, era una picona total

¿Si tuvieras la oportunidad de conocer a cualquier persona del mundo, ¿a quién invitarías a cenar?

-Esta pregunta es un poco inespecífica, se refiere a personas reales solamente, a personas de este tiempo o qué- la morena siguió pensando, si incluía a personajes podía hacer una larga lista,  si pudiera hablar con gente del pasado buscaría aclarar un par de cosas y ni qué decir de las personas del futuro
-Por qué siempre tienes que complicar todo, no puedes simplemente decir el nombre de un cantante, una estrella de cine o algo así-eso era más que perfecto recién iban en la primera pregunta y ya estaban empezando una discusión, ¿qué pretendía la profesora al juntarlos? De seguro ellos eran la prueba de fuego, sonrió ante tal idea
-Tú siempre tan básico-se miraron un momento-no te das cuenta de la gran posibilidad que tienes entre tus manos, ¡como para desperdiciarla en algo así!
-Sí sabes que todo esto es hipotético, ¿cierto? A ti nadie te aceptaría la invitación a una cena

La morena se esperaba que fuera algo así, pero esto era más de lo que estaba dispuesta a soportar, podía irse a la misma mierda, ¡ya haría ella el trabajo sola de ser necesario! Se levantó violentamente y se fue en busca de su mochila-pues a ti nadie te aguantará ni para hacer un mísero cuestionario,  buena suerte con tu trabajo-cerró la puerta del estudio tras de sí, el muy idiota creía que por ser nota iba a aguantar todo, pues lo llevaba claro ahora, además ella ni siquiera la necesitaba, tenía el curso aprobado hace mucho, lástima que quizá él no pudiera decir lo mismo, ese pensamiento la hizo parar en seco, ella no quería que él reprobara, pero vamos que se lo había buscado, aunque ella tampoco se había mostrado muy amable al llegar, y él había ofrecido su casa, él nunca ofrece su casa, no conocía una sola persona en su aula que pudiera decir que había ido a su casa a hacer un trabajo de la escuela
Y así la encontró él, con la mirada perdida en quién sabe dónde, planteada a mitad del pasillo de salida

-Oye, yo-la observó, pe que debería disculparse sólo él, si no era el único que la había cagado, es cierto que se pasó un poco, pero ella también había sido hostil, no, ella también le debía una disculpa-yo creo que debemos siquiera terminar con la mierda de trabajo que tenemos, y para, burdo para hacerlo más fácil, podíamos poner ciertas reglas
Ella lo miró extrañada, debía irse, tendría que irse, pero ahí se quedó plantada mirándolo-qué propones-había alcanzado a responder, a sabiendas que de ahí no saldría sino hasta hasta 35 preguntas después.

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¡Hola mi gente!
Primera pregunta del cuestionario...¿que tal? Ya se terminaron de animar a resolverlo porque si es así, busquen a una persona que no sea como "el bendito castaño" de allá arriba ¡No funcionará!
Y bueno, aún faltan 35 preguntas así que...tiene chance todavía ¿no?
—Banana

36Donde viven las historias. Descúbrelo ahora