Get On

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ELSIE
-¡A despertarse bello durmiente!
Me dirijo hacia las largas cortinas azul marino y, tras descorrerlas con demasiada violencia, abro el balcón.
El día está nublado y una fresca brisa se cuela en la habitación. Me acerco a la cama de 1'35 de un tono negro tirando a azul oscuro y levanto la colcha de un tirón.
—¡¿S-Se puede saber que entendías por "Te quiero despierto a las siete"?!
No he podido evitar que mi voz se trabara al comienzo pues no me esperaba que el holgazán de mi hermanastro durmiera únicamente con unos bóxers negros en pleno otoño.
—Ahumm... ahormm... voymm...
Estupefacta sacudo mi cabeza y me dispongo a sacarlo de su cómoda posición. En menos de un minuto lo tengo de pie. Lo miro y frunzo el ceño.
—Date prisa, vístete—imploro enérgica.
Sin embargo lo que viene a continuación me pilla desprevenida, pues el pesado cuerpo de Trevor se me cae encima y, a pesar de que podría haberlo sostenido, no sé por qué, pero las fuerzas me fallan. Es entonces cuando caemos en la cama rebotando.
—¡Quita de encima!
¡¿Pero qué cojones...?!
Como sí me hubiesen inyectado adrenalina, me lo quito de encima rápidamente.
—¡Lo siento, lo siento! De verdad, no pretendía...
Con el pulso a cien le propino una bofetada y con las últimas gotas de paciencia le mando a arreglarse.
¿Cómo ha llegado a pasar eso? Será...
Me toco el pecho suavemente por encima de mi traje de cuero negro, en seguida un rubor asciende a mis mejillas.
—Ya estoy lis... ¡Ayyyy!
—Ni se te ocurra volver a tocarme Trevor, ni por "accidente".
Y con esa amenaza salgo de su habitación con él pisándome los talones. Espero que la marca roja en su bonita cara, le haga recordar para siempre.

Veinte minutos más tarde nos encontramos camino al Centro de Defensa de la Quinta Avenida.
—Sr.Rice, aquí le traigo al idiota de mi hermanastro, Trevor.
El aludido le tiende la mano.
—Buenos días Sr.Rice. Gusto en conocerle.
—El gusto es mío—dice el Sr.Rice a la vez que ríe. —Que buenos modales, para ser un idiota.
Bufo sin poder evitarlo.
—Bueno, lo he traído aquí para entrenarlo. Tiene que aprender a defenderse cuerpo a cuerpo al igual que usando armas de fuego o blancas.
—Ey, que no acabo de nacer. Sé utilizar una pistola—replica Trevor.
—Las de plástico no cuentan.—le respondo— Y ahora harás todo lo que te ordene.
Observo la reacción del Sr.Rice, parece que le divierte la situación. Espero que le deje entrenar.
—Bueno, pues aquí será bienvenido. Espero que tengas tu parte oscura. Y en el caso de que no la tengas, la buscaremos.
Sonrío. Esto va a ser muy divertido.

***

—¡¿Trevor es que papá no te dio petisui de pequeño?!
Me estoy partiendo de risa, llevamos media hora y las únicas pesas que ha podido realizar son una serie de veinte con un peso de 5kg.
—Sí, pues ven tu y hazlo.
Su respuesta hace cesar mi sonoras risas, le miro y, con elegancia, me dirijo hacia las pesas de 15kg.
—Mira y aprende, pequeño pervertido.
Y es entonces cuando empiezo a flexionar los brazos, subiendo y bajando. Noto mis bíceps tensos.
En mi cabeza mantengo una canción, pues siempre que entreno, tengo la costumbre de memorizar música.
En este caso es How deep is your love? Qué conste que el significado no tiene nada que ver, sólo me gusta porque me activa.
—¡Guau! Ya sabía yo que ese aspecto de no haber roto nunca un plato era una fachada.
Dejo de lado las pesas y me seco con la toalla de Trevor, le sonrió a este.
—Pues resérvate las sorpresas para la semana que viene. Porque esto mismo lo tienes que soportar hacer el lunes próximo.
—¡¿Estás loca?! ¿Quieres que me dé un infarto? Además, tengo reuniones y...
—Aprenderás a hacerlo todo, independientemente de tus reuniones.
Me doy la vuelta y andando con paso decidido, salgo de la sala. Aún se llegan a oír los gemidos de esfuerzo de Trevor.

Una vez fuera del centro, me oriento al East River. Me lleva menos de cinco minutos llegar a mi casa. Es demasiado pequeña para mi gusto, pero acogedora.
Al entrar un delicioso aroma me inunda.
—¿Tortitas?
Abro los ojos que inconscientemente había cerrado y sonrío a Peter.
—¿Qué quieres pedirme, Peter? No es normal que me hagas tortitas. Además tu las odias.
Peter me mira y basta con eso para que sepa que algo va mal.
—Elsie, han vuelto antes de lo previsto. Damon quiere a toda costa eso.
Peter y yo nos sentamos en el sofá beige y, mientras mastico las tortitas, pienso en los siguientes pasos.
—¿Cuándo se disponen a atacar?
—No lo sé. No he podido captar nada más.
Mis manos tiemblan imperceptiblemente, pero Peter no necesita más pruebas para cogerme de las manos y cubrirme con sus reconfortantes brazos.
—No te preocupes Elsie.
—Que no me preocupe... Tu no has visto lo mal que se le da la lucha.
Noto como vibra el pecho de Peter con lo que puedo comprobar que se está riendo por lo bajo.
—No creo que sea tan malo.
—Créeme que si.
—Bueno, en ese caso, tendremos que vigilarlo de cerca hasta que sepa defenderse.
—Gracias Peter. Gracias por todo tu apoyo.
Por única respuesta obtengo un cariñoso beso en la frente.
Mi mente no para de darle vueltas a todos los finales que pueden tener nuestras vidas. ¿Será verdad que mi estúpido hermanastro no tiene ni idea de lo importante que es lo que esconde la empresa que lleva?
Así pasan las horas y Peter y yo continuamos sin pronunciar palabra. Sencillamente porque no las necesitamos.

N/A: Hola! Espero que os esté gustando. ¿Tenéis intriga? Muchas gracias por leerme. Este capítulo se lo dedico a natural_adventures  gracias por todoo! :)

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2015 ⏰

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