Sorpresas

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Alex llega a su destino, o eso cree ella, lleva ya mucho tiempo sin saber de él, y no viene a pedirle dinero ni trabajo, sino consejo, necesita de nuevo verle. Llama a la puerta y piensa "seguro que no está en casa, mejor me voy" quiere huir no puede con esa situación le pesa en el cuerpo los olores del recuerdo, se siente mal, es del viudo de su hermana y su sobrino de quien lleva enamorada desde que ella se casó, se buscó otras parejas, otros ligues e incluso probó a ver si le gustaban las chicas...pero nada al final siempre estaba él; lo amaba y lo odiaba a la vez. Estaba ofuscada necesitaba respirar. Se abrió la puerta, se miraron a Alex le temblaban las piernas y aunque consiguió mantenerse en pie la voz se le quebró cuando comenzó a hablar:
-Ho..hola-
-Hola- dijo él secamente-¿que haces aquí?-añadió
-venia a ver como te iba todo-comentaba con voz ausente mientras paseaba su mirada por su piso. Era un hombre tan recogido, tan limpio, tan elegante, tan de su hermana...ay que lástima la verdad...
-estoy bien, ahora por favor vete-dijo el haciendo señas hacia la puerta, no podía verla la recordaba a ella y le resultaba incomodo. No sabia porque pero cada vez que la miraba le entraban más ganas besarla, pero eso no estaba bien y lo sabia, su mujer siempre le decía que si alguna vez le pasaba algo que rehiciese su vida, pero su mujer jamás pudo suponer que la chica de quien se trataba...era su hermana.

Lorena sigue en la consulta hoy solo ha tenido que tratar a un niño con faringitis y dos niñas con síntomas de fiebre, al no tener mucho trabajo decide irse a comer a la cafetería con su compañera de consulta Mara, Mara es una mujer que parece estar siempre segura de si misma tanto que a Lorena le da envidia, pero llevan trabajando toda la vida juntas y se conocen desde hace mucho tiempo.
Mientras toman su bocadillo de calamares hablan de ropa, casas, trabajo...el tema tabú para Lorena es el amor, ella no busca nada serio nunca, dice que eso solo lleva al fracaso y que como profesional que es ella no toleraría ningún fracaso y menos de carácter amoroso. A todo esto que comen y hablan llega a la cafetería un repartidor con un ramo de flores, va hacia la barra y le pregunta al camarero si aquí se encuentra una señorita llamada Lorena, el camarero que conoce muy bien a las dos pediatras señala hacia la mesa de estas, el recadero se acerca, le entrega las flores y antes de poder responder Lorena este ya se había ido.
Mara menea su coleta rubia y da chillidos de alegría a la vez que suenan molestos -¿ quién es tu admirador?-pregunta esta con una sonrisa de oreja a oreja.
Lorena que no quiere mostrar que le ha gustado el detalle, oculta la media sonrisilla que se le pronuncia en los labios, coge la tarjeta y lee "espero que te gusten, tanto como tu a mi..." Al terminar de leer la tarjeta se pone pálida, luego rompe la tarjeta en dos y la pone el cenicero, coge las flores y las tira a la basura. Sale del bar muy cabreada ante la mirada de sorpresa de unos y de terror de otros.
Mara intenta pararla -Lore!! Que te ocurre??espera no te vayas!!!-pero no consigue pararla. Recoge la tarjeta del cenicero y une las dos partes y consigue leer:
"Espero que te gusten, tanto como tu a mi...firmado:Sam"

If you want me, earn meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora