Cuando Sara llegó a casa y se lo comentó a su madre, a su padre y a sus hermanos a todos les pareció bien.
Alejandro, que era el hermano mayor dijo que podría tomarse unas vacaciones, Emma dijo que no estaría mal y Alváro dijo que quería viajar a Londres de todas maneras.
A la mañana siguiente María no tenía muy buena cara.
Cuando Sara fue a hablar con ella María le dijo que a sus hermanos les parecía bien, pero sus padres no querían que viajase sola. Sara le dijo que no se preocupase, que al llegar a casa les diría a sus padres que llamaran a los padres de María.