Yo juego a observarte mientras tú finges leer y concentrarte en tus pensamientos, elevas la mirada y mis labios se van expandiendo hasta formar una sonrisa tímida, mientras tanto mis ojos fingen leer. Indefensa me cubro con la mano parte de mi boca para que no notes mi nerviosismo.
Avergonzada cubro mi rostro con el libro, esperando a que tus ojos azules vuelvan a leer y así yo pueda mirar de nuevo tus largas pestañas castañas por el borde de mi protección.
Juguemos a que te pido en la mente que me mires, finge que puedes leer mis pensamientos y divertido veme porque sabes que me has pillado más de una vez.
Sabemos que sólo buscamos parecer concentrados, fingimos mirar al techo, por la ventana en busca de inspiración cuando en realidad sólo esperamos tener la valentía para hablar lo que con miradas ya dijimos.