After Sadness H.S (Terminada)

1.

Mi mundo era gris, negro, oscuro, triste.

Yo nunca había tenido amigos ni amigas, mis únicos amigos eran los libros y la música.

Tenia un hermano, Thomas. El me apoyaba en todo y, más o menos me ayudaba con casi todo. Me daba consejos para seguir adelante siempre que yo estaba mal, pero supongo que tampoco era como para llamarle amigo, el era simplemente, mi hermano.

La amistad no se basa solo en hacer reír y ayudar con consejos cuando ves a tu amigo mal. También se basaba en estar siempre ahí para el/ ella. De apoyarle cuando está mal, si, pero también apoyarle cuando no. Apoyarle en todo. Porque, y si ese amigo parece estar bien por fuera, pero por dentro esta destrozado? Por fuera puede reír como un loco/loca pero a veces, las personas que más se ríen, son las que al final más sufren.

Y yo sufría, porque no tenia ese apoyo siempre que lo necesitara.

Digamos que yo fui un accidente con respecto a mis padres, ellos no querían niños, pero mi hermano y yo aparecimos, por eso, tampoco nos hacen mucho caso. Yo se que en el fondo me quieren, porque soy su hija, pero también se que ellos piensan que les hemos arruinado la vida. Querían vivir solos, juntos, disfrutar de la vida, no casarse ni tener hijos. Pero ahí aparecimos mi hermano y yo, y al aparecer, mis abuelos los obligaron a casarse.

1. Querían vivir solos -> ya no podían por mi hermano y yo

2.Vivir la vida -> podían hacerlo, pero no sería igual, tendrían que vivir con nuestra carga toda la vida, y más aún cuando éramos dos bebés.

3. No casarse -> Tuvieron que hacerlo

4.No tener hijos -> Aparecimos.

Y todo esto igual a una vida arruinada y destrozada, solo por nuestra culpa, de mi hermano y mía.

Sinceramente, entendía que mis padres nos tuvieran rencor, entendía hasta que me odiasen, si hasta yo misma me odiaba.

Me odiaba por nunca poder haber dado el paso para tener una amiga, aunque una vez la tuve, Lacey, pero lo fastidie todo por ser una completa gilipollas con ella. Y me odiaba por ello.

Cada noche que estaba mal me lo hechaba en cara a mi misma, no tenia ese apoyo porque yo nunca lo quise tener, era tan odiosa que ni tenia amigas, y, al cumplir los 15 años, fue cuando empezaron los cortes cada vez que estaba mal.

Pero claro, nadie los veia, y nadie se imaginaba que yo los tuviese. Nadie se imaginaba que yo estuviese tan mal, ni mi propia familia.

Nadie me conocía, nadie sabía quien era, solo yo misma. Hasta que llegó él.