Prólogo

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Ese momento de tu vida en el que tienes que dar una noticia que cambiara tu vida y la de los que te rodean, ese momento que en el que no sabes cómo sentirte, en el que no eres lo suficientemente valiente, en el que el miedo te atrapa, en el que no te sientes tú mismo.

Entro en la pequeña cafetería en la que he citado a Nate, estoy muy nerviosa me sudan las manos, siento que el corazón se me sale del pecho, siento frío y calor al mismo tiempo, tengo una mezcla de sentimientos que no sé cómo controlarlos. No sé cómo pueda ser su reacción, la mía no fue muy buena que digamos, pero gracias a mis amigas estoy en pie y he reunido el valor suficiente para hablar con el que ha sido mi novio por 9 meses. Lo localizo en la última mesa del local este me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa algo tensa. Me dirijo hacia él y tomo asiento.

-Hola- digo en un susurro apenas audible. Tomo asiento y no soy capaz de mirarlo a los ojos, obvio él se da cuenta de mi actitud.

-Hola preciosa ¿Estás bien? Te noto tensa.

-Si...solo...solo necesitamos hablar de algo.

Nunca he sido una persona con temor a decir lo que piensa o siente, y aquí estoy que ni siquiera puedo empezar bien una conversación, es que ni me conozco.

-Bien, estas actuando muy extraño ¿Qué es lo que te tiene tan preocupada?

Abro la boca variadas veces, pero en ninguna digo nada, estoy muy nerviosa, deben ser las hormonas he estado así por varias semanas y no me puedo controlar. Me molesta no tener el control de mi cuerpo. Toma mis manos sobre la mesa y le da un casto beso.

-Lucy sólo dilo de una vez ¿Estás segura que todo está bien? - parece desesperado y no es para menos debo parecer loca mirándolo sin decir nada.

-Estoy embarazada- digo al cabo de unos segundos que parecen eternos. Entonces suelta mis manos lentamente y me mira estupefacto. Ese es el momento en el que me doy cuenta que ya nada será lo mismo. En sus ojos puedo ver la decepción y lo peor es que va dirigida hacia mí. Siento como se forma un nudo en mi garganta dificultando mi respiración.

-Yo no sé qué decir o pensar ¿Es seguro? –pasa las manos por su cara varias veces, claramente tan o más frustrado que yo- Eso no puede ser Lucy, es decir, yo me protegí- está furioso lo sé por su tono al hablarme.

-Nate sabes que eso no siempre resulta, ocurren accidentes.

-¿Accidentes? ¿Me estás hablando de accidentes? Lucy yo no puedo tener accidentes y mucho menos de este tamaño. Tengo toda una maldita vida por delante joder- se levanta furioso y sale del establecimiento. No hay muchos clientes pero sin duda los que presentes, captan la escena. Lo veo a través de la ventana del local hablando solo y tirando patadas al aire. Entonces todo sentimiento anterior abandona mi cuerpo reemplazándolo por furia. Mucha furia. Salgo detrás de él y lo enfrento.

-¿Acaso tú crees que yo quería esto? ¡También es mi futuro Nate!

-Yo no quiero a ese bebé Lucy- lo miro con terror ¿Quién es este chico? No es de quien me enamoré.

-¿De...de que estás hablando?-.

-Lucy te quiero ¿Vale? - no digo nada y solo lo observo- pero no quiero tener hijos ahora, quiero vivir, conocer otras personas, ir a la universidad e ir a todas las fiestas posibles- esto realmente me duele. No digo nada, el nudo en mi garganta no me deja.

«No puedo...necesito un tiempo para pensarlo.

Quiero creer que esto es una pesadilla, quiero creer que eso no salió de su boca pero es real. Es malditamente real.

-Bien, si no te quieres hacer cargo, lo haré yo sola. No seré la primera ni la última. Te puedes ir a la mierda- mis ojos se nublan por las lágrimas retenidas. No dice nada así que lo tomo como mi señal para irme, me dirijo a mi auto.

-Lu- me llama, pero hago caso omiso- Lucy- me toma del antebrazo obligándome a darme la vuelta justo cuando abro la puerta del auto- Lucy perdón- me suelto de su agarre y me limpio los ojos con furia.

-No pidas perdón si esto es realmente lo que quieres- doy una última mirada cargada más que nada de decepción.

Me subo al asiento del conductor, enciendo el motor y salgo como puedo de ahí. Las lágrimas salen de mis ojos como locas, mi respiración es muy escasa y mis manos tiemblan demasiado. Acelero el auto, me paso luces en rojo y estoy segura que muchas señales de tránsito más. No soy capaz de pensar con claridad, estoy muy enojada, triste, con unas ganas inmensas de golpear a Nate ¿Cómo pude ser tan idiota? ¿Cómo confíe en él? En estos momentos solo quiero desaparecer...

Siento un gran golpe en un lado del auto, junto con un gran ruido. Mi cuerpo se sacude violentamente, mi cabeza choca con el volante, vidrios volando a mí alrededor. Siento dolor, mucho dolor en distintas partes de mi cuerpo, luego no soy consciente de nada y todo es completamente negro...



Nota:

Holaaaa gente bonita!!!

Esta es mi primera novela, la estuve escribiendo antes pero quise hacerle algunas (muchas) modificaciones. Por favor hagan sus críticas y si son constructivas mucho mejor. Dejen su voto para saber si les gusto.

Nos leemos pronto!!!

El sabor de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora