Imagina 4:

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Ser un Dixon jamas fue facil, lidiar con las miradas reprobatorias, los insultos, el miedo que la gente te tenia...

Todo era una mierda y vaya que Daryl estaba intentando superarlo pero no podia, menos ahora con la muerte de su madre.

Daryl tenia diecinueve años, vivia solo y se mantenia por el mismo, no molestaba en nada a nadie pero tras la muerte de su madre habia caido en una terrible y oscura depresion.

El rubio se mantenia dentro de su casa sin salir para nada, odiaba salir, ver a parejas felices jugar con sus hijos, a niños tomados de la mano de su madre, todo era horrible.

El simplemente se mantenia en su casa afirmado en la puerta con el rostro metido en sus rodillas, no es que esperara visitas pero extrañaba a su hermano, pero este ni siquiera recordaba tener un hermano menor.

La puerta sono y Daryl ni siquiera se movio de su lugar,simplemente escucho la voz del amable hombre tras la puerta.

-"Emm...Veras...Daryl, ¿Estas bien? ¿Podrias al menos responder mis cartas?-"

Lo siguiente que vio fue un papel blanco doblado pasando por la rendija de la puerta, esta quedo sobre las otras tantas cartas.

Daryl suspiro y ladeo su cara para mirar el monton de papeles blancos junto a su puerta.

Rick Grimes, era hijo de la mejor amiga de su difunta madre, el chico venia todos los dias a las ocho de la noche para simplemente dejar un sobre blanco.

Daryl jamas se intereso en ver que decian, de seguro solo eran las tipicas cartas en las que te preguntan como estas y terminan hablando de ellos mismos.

El de rulos dejo salir el aire, afuera hacia muchisimo frio pero el en verdad deseaba ver al rubio. Rick habia estado enamorado de Daryl desde que sus madres los presentaron y de alguna forma u otra forma el de rulos deseaba ayudar a Daryl.

Dia tras dias habia ido a casa de Daryl para dejar una carta, confesandole lo que sentia y que el rubio podia confiar en el.

Suspiro al no escuchar nada, al igual que todos los dias, se giro para largarse y volver mañana para probar suerte.

Daryl se levanto de su lugar a las once de la noche, no tenia hambre por ende solo se fue a su cuarto, se quito la sudadera quedando con una camiseta manga corta de unas tallas mas grandes.

Miro sus palidos brazos llenos de rasguños, sonrio de lado tristemente con los ojos entrecerrados, tomo una pequeña cuchilla que estaba sobre su mesa de noche, la paseo por su mano, mirando el filo.

Solo asi podia sentirse vivo.

La paso sin ningun miedo sobre sus brazos, haciendo que la calida sangre recorriera sus muñecas, Daryl suspiro ante el ardor de su brazo, la sangre contrastaba con su frio y palido brazo.

La sangre mancho su camiseta y el rubio simplemente se quito esta para ponerla en la herida presionandola, de todas formas tendria que parar de sangrar en algun momento.

Dejo su espalda contra la cama y se durmio, con la sangre recorriendo su brazo, su piel de gallina por el frio y su rostro bañado en lagrimas.

*-*-*-*-*-*-*-*

Rick hoy tenia libre asi que decidio pasar por la casa del menor de los Dixon, su madre hace mucho le dijo que dejara de ir, que Daryl no volveria pero el de rulos se negaba a creerlo.

En cuanto llego a la casa de Daryl pego su oreja a la puerta, necesitaba escuchar que el rubio estaba bien, tal vez la television, el agua corriendo o su simple respiracion pero simplemente escucho unos sollozos y cosas cayendo.

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