-Cuatro- (oneshot)

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Uno...todo es cómodo, seguro y egoísta.
Dos... somos tú y yo conociendo el amor
Tres... es conocer el mundo a través de sus ojos, de su pequeña vida
Cuatro...el mundo es ellos... la felicidad depende de su existencia...


¿Qué es lo que había pasado?

Había un sentimiento...un dolor de cabeza, una sensación de mareo y quizá nauseas.

Malestar... así lo definía.

Pero lejos de ser solamente un padecimiento, aquella sensación se extenuaba con la ausencia de esa persona.

Porque aunque no quería admitirlo.

Porque aunque se aseguraba a si mismo no recordar el motivo del distanciamiento.

Estaba claro que le dolió sentir su separación.

Quizá no pensó en aquel momento esa posibilidad...

Quizá no creyó que esa respuesta que ella necesitaba escuchar lo mortificara a tal grado que el aire no era suficiente para respirar.

A tal grado que la respuesta resonaba en su cabeza aun y cuando el no lo deseara, aunque intentara ignorarla, aunque aquel día se negó a pronunciarla.

Entro molesto aquella mañana a la escuela después de 2 largos meses de vacaciones.

Y aun y con esa indiferencia que lo caracterizaba esperaba verla.

2 meses lejos de ella habían sido suficientes para el.

Aun recordaba su voz chillante en aquellos pasillos demandando su atención y sus mejillas sonrojadas por un suave beso o una caricia insinuante.

Adoraba su inocencia.

Adoraba aquello que había entre ellos.

Un par de amigos se acercaron a el y lo saludaron, los mismos con los que compartió sus vacaciones.

Giro por todas partes, rostros conocidos, incluso las amigas de ella, pero ella ausente.

Esperaba al menos que no se hubiese cambiado de escuela, porque no se animaba a buscarla.

Deseaba que ella diera el primer paso.

Se justificaba creyendo que él no había hecho nada...talvez en el fondo era tan tímido e inseguro, quizá sentía miedo...

¿Por que acaso hay edad para enamorarse?

Siempre creyó que seria mayor.

Que seria después de conocer un par de chicas.

Pero ella llego antes de lo planeado.

Porque con ella empezó a improvisar olvidándose de su parte metódica.

Y no era más que miedo a aquel sentimiento...a aquel deseo, incluso al rechazo mismo...

Las clases continuaron y parecía que él tampoco había asistido...

Ella inundaba su mente...ella y aquel sentimiento de no saber donde estaba y si estaba bien.

Se sentó solo durante el receso, en aquel árbol donde la vio por primera vez hace un año, aun recordaba...

Ella recargada en el árbol, perdida en el cielo, sus ojos le pesaron tanto como para quedarse dormida.

Y tal vez fue su blanca piel exaltada por ese extraño color de cabello lo que le hizo llegar hasta ella cuando la chicharra sonó...

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