Una Solicitud Inesperada| 5SOS

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-Mía..., mi amol, oye, pendejita, despierta.- me doy la vuelta ignorandola y sigo durmiendo.- MÍA, COÑO DESPERTATE, NI CON AMOR SE PUEDE PENDEJA.- Me tira almohadazos.

-Luana, amiguita si seguís dandome con esa almohada te juro que te la meto por el horto pendeja.- Digo tranquilamente con los ojos cerrados, ella me da una última vez con la almohada en la cara y me encimo en ella rápidamente dandole almohadazos mucho más fuertes que los de ella.-

-Mía, donde dejaste...-Dice mi mamá entrando por la puerta.- No seas abusiva, después nadie te va a dar bola así.- Finge enojo y la miro mal.-

-JAJAJAJA POR PENDEJA, TU MAMÁ ME QUIERE MÁS.- Me empuja haciendo que caiga al suelo y se pone atrás de mi mamá.- Lo mismo le digo tía pero mire como acabo.- Se hace la víctima y niega con la cabeza.-

-Apurate Mía que llegarán tarde quedándose en la calle porque yo no mantengo flojos.- Me regaña mi madre saliendo de mi habitación junto con Luana.-

Ruedo los ojos, dudo en si bañarme o no...huelo mi axila y hago una mueca, Sep, necesito un baño urgente.

Luego de bañarme entro a mi habitación y veo a Luana sentada en mi cama.

-Tu mamá revisó tu armario para ver si tenías algo decente y dijo que tenías ropa como de pordiosera así que dejó este traje.- Aguanta la risa mientras señala el pantalón de vestir.-

-Eso entra en mi enorme trasero?.- intento estirarlo para comprobar si es de licra, pero no.

-Inténtalo, yo me voy a cambiar, tu mamá es un amor y dijo que me planchaba mi ropa.- sonríe antes de irse.

Esta pendeja tiene suerte, mi madre nunca me plancha la ropa porque dice que tengo que aprender.

Cuando me pongo la ropa interior después de mirar al infinito Luana entra ya vestida con una falda formal azul y una camisa.

-Conchuda apurate que en 15 minutos nos tenemos que ir para llegar a tiempo.- Me da un golpe en la cabeza y la miro mal.

Me pongo la camisa y veo que el último botón se ve apretado pero lo dejó para cuando me ponga el pantalón porque me apretara la barriga que tengo. Si si, no soy de esas pendejas que tienen hasta abdominales. Me siento en la cama y intento ponerme el pantalón.

La cosa del demonio no me cierra.

Intento cerrarla pero no puedo, Luana me mira horrorizada y jalonea por atrás mientras que sigo intentando hasta que me cierra. Creo que era a la cintura pero que se yo? No uso estás cosas.

-Ha llegado el momento que nunca quise que llegará..tendremos que hacer ejercicio, estamos obesas.-

-Lo se, tanto que mi polera con dibujos de ballenas ahora queda perfectamente conmigo.

Cierro rápidamente el último botón de la camisa antes de ponerme en saco. Me pongo los tacones que mamá me compró la semana pasada. Voy al espejo y me hago un moño aún con el cabello húmedo.

-Estoy bien?.- Le pregunto dudosa mientras me miro al espejo, parezco mi mamá cuando va a su oficina.

-Si si, ahora vámonos.- Dice llevándome a rastras fuera del cuarto hasta la sala donde mi mamá está tomando café. Sonríe y me abraza.

-Suerte chicas, no se están olvidando de nada no?

-Nop, todo está en el bolso...ehh, donde está mi bolso Mamá?- Pregunto desesperada buscando por todo el living cuando me doy cuenta que no está en la silla donde lo dejé.

-Aquí lo tengo yo.- Luana avisa riéndose por mi desesperación.- el autobús pasa en dos minutos y estamos a dos cuadras! Mueve ese trasero mujer!