Capítulo 3

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Fue mi culpa, si lo acepto debí de inventarme con el profesor que tenía el periodo o que mi religión no me permitía hacer ninguna actividad que pusiera en riesgo mi himen, no sé, algo! Pero no, me descuide y algunas compañeras vieron mis cicatrices.. no del tipo que te haces cuando juegas, si no de las que te haces tu misma... mi horrible realidad salió al aire, y mi pequeña burbuja reventó.

Lo primero que vino a mi mente fue, "se acabó, estoy jodida, será igual que en primaria." Aguantaba las miradas raras con eso podía pero que me juzgaran no odiaba que me llamaran estúpida, que me dieran el sermón de que no solucionaba nada con ello, que no era manera. Pero ¿sabían acaso de que hablaban realmente? Claro que no. Yo no quería solucionar nada, era mi manera de decirme que me odiaba, que odiaba haber nacido y ser quien era, no ser bonita, no ser quien quiero ser. Me odio, los odio, yo nunca pedí nacer y eso nadie lo entiende. Y todos pensaran que es una estupidez de niñatos, pero no es así. Siempre me he odiado y siempre lo are.

Sabes lo que es verte en el espejo y verte toda gorda, fea, mil y un defectos, nada que te guste o tal vez si pero de qué sirve? "Bonitos ojos... pero esa horrible nariz arruina todo. Bonitos labios.. pero esos cachetes de cerda lo arruinan todo, lindo cabello lástima que no oculte su obesidad" nunca sabrás lo que es ver tu reflejo y saber que tu mamá odia todo lo hay en él? Y lo peor es que no te lo dice de frente, si no que te tira las peores indirectas como "hay que hacer ejercicio" o "¿Hacemos una dieta?", "Segura que es esa talla?" Odiaba eso, me odiaba a mi mira que darle vergüenza incluso a tu madre, la persona que te ve hermosa sobre todos tus defectos.

Estaba harta, cortaba mis piernas porque quería que se fueran, cortaba mi estómago porque deseaba que desapareciera, cortaba mi pecho porque me odio. Sé que muchos pensaran "Y por qué no hiciste ejercicio?" Creen que no lo hice? Pero soy lo que llaman "Curvilínea". Mis tetas con su Curvilínea, tenía Tiroides lo cual hacia que bajar de peso fuera realmente difícil, mi pregunta para el dios del que todos hablan es ¿Por qué si me odias tanto, en lugar de tiroides me diste Cáncer? Todos dicen que el es misericordioso, que nos dio la vida por algo, con sus misiones y obstáculos, yo creo que me mando para tener de quien reírse cuando se aburría.

Ya muy desviada del tema pues. Algunas compañeras las vieron.. al contrario de lo que pensé que pasaría, se hicieron que no vieron nada y esperaron hasta la hora del descanso para preguntarme si quería hablar de ello, fue como en plan;

-Kia, quieres hablar de algo? Lo que sea con confianza.

-No, para nada chicas.

-Lo hemos visto, no hay por qué ocultarlo, no te juzgaremos.

Me negué de nuevo, Melisa y Regina no dijeron más. Pero Esmeralda que fue de las que se mantuvo lo más lejos de la situación fue quien se acercó a preguntar si podía ir a mi casa, quería hablar conmigo. Eso no era bueno, no en mi casa. Termine dándole mi dirección y ahí me tienen, esperando a mi nueva compañera de curso en la sala de estar de mi casa.


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