Capítulo 1.

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"I'm breaking in, shaping up they're checking out on the prison bus this is it, the apocalypse, I'm waking up, I feel it in my bones love to make my systems go welcome to the new age, to the new age welcome to the new age, to the new age, radioactive, radioactive..." 


Radioactive de Imagine Dragons se escuchaba de forma estruendosa en los parlantes del lindo convertible descapotable de Harry, lo tenía hace un año aproximadamente y le cuidaba y quería tanto que pareciera que fuera su hijo.

Aparcó en el estacionamiento de la escuela, tomo su mochila del asiento del copiloto, apagó su auto y se bajo para luego cerrar la puerta detrás de él y emprender el camino a la entrada del establecimiento. Varios rostros sonrientes lo saludaron y él solo les correspondió con un leve asentimiento de cabeza, siguiendo su camino al cual sería su casillero por el resto del año. Se acercó al casillero número 69 y sonrío divertido por el número de casillero que le había tocado.

Vaya coincidencia -pensó.

Lo abrió y luego de meter todas sus cosas excepto por su libro de historia, lo cerró y se dirigió a paso lento a el aula 23 donde tendría su primer clase de historia del año.

El aula está repleta de chicas abrazándose y hablando sobre lo genial que pasaron sus vacaciones, como se extrañaron y sus amores de verano, mientras los hombres hablaban sobre donde estuvieron, a cuantas fiestas fueron, a cuantas mujeres se follaron.

-Styles-dijo una voz detrás de él haciéndolo voltear para encontrarse con uno de sus mejores amigos Zayn.

-Malik-las esquinas de su boca se elevaron, creando una pequeña sonrisa-¿cómo te trato el verano?.

-Mejor que a ti supongo, digo mírame, nuevo corte, nuevos aretes, nuevos tatuajes, nueva novia-sonrió-nuevo trabajo, se podría decir que será un buen año para Zayn Malik.

-Pues me alegro de que te haya ido tan bien -metió sus manos en sus bolsillos delanteros luego de dejar su libro sobre el escritorio más cercano- porque a mí me fue de puta madre-agregó sarcásticamente.

-Me lo imaginaba amigo -le dio unas de sus miradas de "Oh pobre Harry" que este tanto odiaba.

-No me mires con esos ojos, sabes perfectamente que no me gusta.

-Lo siento, pero bueno cambiemos de tema -ahora lo miró pícaramente- ¿ningún amor de verano?.

-No -dijo secamente mientras se sentaba en el asiento donde había dejado su libro anteriormente.

-Joder Harry, ¿cuándo olvidarás lo de Stanley?.

-Joder Zayn -lo imitó sardónicamente- que ya lo tengo totalmente olvidado- y era cierto, no había pensado en Stanley en todo el verano y no pensaba empezar a hacerlo ahora.

-Ya -dijo mientras se sentaba en un asiento detrás del de Harry, ya que la campana ya había tocado, todos los que anteriormente charlaban animadamente sobre su verano tomaron asiento en el momento en que la profesora Stevenson entraba al salón.

-Buenos días alumnos, espero que hayan tenido unas excelentes vacaciones -Harry bufó mentalmente "si excelentes"- pero lamentablemente ya no están de vacaciones, así que tengan en cuenta la responsabilidad y el estudio desde ahora -sonrió- antes de empezar, quisiera que cada uno nos contará un poco de lo que hizo en sus vacaciones -observó a la clase buscando a alguien- tu Jessica, cuéntanos de tu verano.

-Pues...-la pelinegro miro pensativa hacia adelante para luego agregar- viaje a Roma y estuvo fantástico -la maestra sonrió.

-Ahora tu Niall -le dijo al rubio que se encontraba ocupado dibujando en la última hoja de su cuaderno- cuéntanos de tus verano.

-Estuvo bastante caliente -sonrió divertido haciendo a la clase reír- subí bastante de peso al salir de viaje pues comía descontroladamente, pero ya estoy bien.

-La maestra lo fulminó con la mirada para luego dirigir la mirada a Harry, que se encontraba golpeando su lápiz contra el pupitre- Harry, dinos algo sobre tu verano.

-En realidad no hice nada interesante -se encogió de hombros- trabajé un par de semanas en una nueva cafetería para poder arreglar mi auto, hasta que decidí renunciar porque mi jefe era un gilipollas.

-El lenguaje Harry, estamos en la escuela, no en un bar -trató de sonar autoritaria, pero en sus ojos se reflejaba la pena que sentía en ese momento hacia Harry.

Todos conocían su situación económica y familiar, vivía con su madre soltera en departamento no muy pequeño pero tampoco enorme, trabajaba en secreto para ayudar a su madre a pagar las cuentas y para ahorrar un poco por sí pasaba algo con el trabajo de su madre en un futuro cercano, su hermana Gemma se había ido de Estados Unidos a Londres tras casarse con Peter, un hombre genial al cual Harry respetaba mucho, dejando a la madre de Harry, Anne, bastante deprimida.

-Lo siento maestra.

-No hay pena -sonrió ligeramente y volvió a mirar a todo el salón- tu, el de la última fila ¿eres nuevo?.

-Si señora-respondió una melodiosa voz con un perfecto acento británico.

-Pues preséntate ante la clase querido.

-Me llamo Louis Tomlinson, soy de Doncaster una ciudad situada al sur de Yoshire, Inglaterra, tengo 17 años, próximamente 18 y me gustan las fiestas, el alcohol y las pollas -se encogió de hombros ante la terrible mirada de la maestra y las sorprendidas miradas de la clase y algunas risas masculinas se escucharon.

-Te perdonaré esa porque es tu primer día, pero dices algo así alguna otra vez y te irás directo a la oficina del director.

-¿Sabes Louis? A Harry también le gustan las pollas, demasiado podría decirse -Luke, un rubio tremendamente bueno, dijo entre risas que se borraron al momento en que se encontró con los ojos verdes relucientes de furia de Harry enfrente suyo.

-¿Tienes algún problema con eso, jodido idiota? -dijo este furioso.

-No Harry, lo siento -se disculpó, no importaba si Luke era 7 cm más alto que Harry o pesará 10 kilos más, hacerlo enojar no era nada bueno, un simple puñetazo que Harry te diera podría romperte la nariz en pedazos y no solo era eso, Harry era un chico tan jodido física y emocionalmente, pero a la vez tan sonriente y bueno, que si te metías con él, se te era asegurado el odio del 80% de la escuela.

-Bien -dijo este entre dientes para luego volver a tomar asiento ignorando la mirada de sorpresa de algunos, la cara furiosa de la maestra y la sardónica y ligera risa del nuevo.

Buena suerte, Harry. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora