Desperté debido al sonido que provocaban las rejas, comparto la celda con un tipo que tiene la cabeza algo hueca, su nombre es Will Moore, cálculo que debe tener unos treinta y cinco años de edad. Es muy difícil dormir teniéndolo al lado, habla solo y está muy seguro de que se viene el fin del mundo, debieron haberlo enviado a un manicomio y no a la cárcel.
Uno de los guardias abrió mi celda, me dijo que saliera porque un oficial me quería ver, apuesto a que es ese candente chico que vi cuando me trajeron acá, aún no se su nombre, pero luego lo sabré.
El guardia me agarró el brazo fuertemente, parece que no sabe como tratar a una chica, me duele un poco.
-"¿Señor guardia? " -Dije mirándolo lo más dulce posible.
-"¿Qué pasa?"
-"¿Puedo hacerle una pregunta?"-Asintió levemente.- "¿Usted tiene hijas y esposa?"
-"Claro, una hermosa esposa de hace cuatro años y dos bellísimas hijas" -Sonrió orgulloso.
-"Ya veo... También las agarra así del brazo?"
Me fulminó con la mirada y aflojó el agarre, me reí y abracé su brazo a lo que él se tensó, siempre me comporto lo más dulce posible, a varios he engañado con eso normalmente me funciona bastante bien.
Llegamos a la oficina del oficial sexy, y ahí estaba él, con su bello rizo posicionado en la frente. Le sonreí coquetamente, el oficial le dijo al guardia que se retirara y cerrara la puerta.
Caminé dominante hacía a él, lo primero que hice al tenerlo cerca es ver la etiqueta en su uniforme para ver como se llama, "Lance Hilburn", me encanta su nombre.
-"Pues... Ya sabe que mi nombre es Lance, ahora quiero quiero saber el de usted" -Sonreí de lado y negué con la cabeza.
-"Eres el oficial, el cual sabe todo, deberías saberlo" -dije tomando su corbata y acercándolo a mi.
-"Claro que se su nombre, pero quiero escucharlo de usted" -Reí.
-"Mi nombre es Rachell, Rachell Gallagher"
-"Bonito nombre... Srta. Gallagher" -Sonrió, pero al instante se puso serio.- "Pero debo recordarle que soy un oficial muy estricto además casado y no estoy para que una mujer como usted venga a seducirme"
Quedé en Shock ¿Qué? ¿Él estaba jugando conmigo? ¡Nadie pero jodidamente nadie se mete y juega con Rachell Gallagher! Me las pagará. Me digne a darle una sonrisa sarcástica, es casado así que haré que lleve una culpa encima.
Me senté en sus piernas y le di un enorme beso, el cual el no se negó a seguirlo, mi mano acarició su miembro masculino haciéndolo soltar un gemido.
-"Así que casado ¿eh?" -lo miré y el estaba serio y asustado.
-"¡Sal de aquí maldita perra!"
-"Esta perra... Te hizo pasar un buen rato guapo"
Me levanté de sus piernas, caminé hasta la puerta y me fui, obvio que no sin antes de lanzarle un beso y guiñarle un ojo.
Estaba sola, o eso pensaba, así que me quité la parte de arriba de mi uniforme de prisionera, quedando con una camiseta de tirantes color blanca.
Un silbido coqueto me hizo exaltar, me di vuelta para ver quien era, pero no lo conocía, bueno si, lo vi la vez que entré a este lugar, pero nada más. Tenía cabello negro azabache largo hasta los hombros, ojos azul cielo estrellado, unos labios que 'Ugh' en ellos había una pequeña argolla, sus brazos son algo delgados, de igual manera se ve que tiene bastante fuerza, sus brazos están cubiertos de tatuajes y era más alto que un rascacielos, creo que así lo llamaré. Sonrió al ver que lo mirada, tiene la sonrisa más bella que halla visto en mi puta vida.
-"¿Te gusta lo qué ves, bebé?" -Su voz... Hizo que se me erizara la piel.
-"Puede ser, si, me encanta lo que veo" -Respondí sincera.
-"Eres increíble, te intentas ligar al oficial Hilburn y como no te funciona, te quieres ligar conmigo" -rió amargamente.
-Eres un egocéntrico, no me follaré a un rascacielos como tu ni en un millón de años, solo digo que... Tienes cierto atractivo.
-"Mi nombre es Andy, más conocido como Mr. Biersack, no rascacielos" -Su tono era bastante molesto, me hizo gracia.
-"De acuerdo, ok, te diré Mr. Biersack... -Dije en un tono con miedo y él sonrió victorioso.-"El Rascacielos"
Salí corriendo de ahí, giré mi rostro y vi el de él muy serio, se ve muy sexy.
Se ve alguien muy rudo, si lo es conmigo yo lo puedo ser el doble hasta el triple.
No dejaré que un rascacielos ojiazul guapo, me tache de miedosa que huye.
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Bajo Las Rejas • Andy Biersack
Romance-Rachell Gallagher, con tan solo veintidós años es metida a la cárcel ¿el motivo? Es un misterio completamente difícil de descubrir. -Algunos de los delincuentes de aquella horrorosa cárcel hacen lo imposible por descubrir el motivo, siempre se pre...