Siete.

36 4 0
                                    

~Ella~

Otro día, otra moneda... Claro que eso no cuenta para mí porque soy una floja que no hace nada, ni ejercicio. Mi único ejercicio es caminar de la escuela a mi casa, ¿si cuenta no?

Voy reflexionando de mi vida cuando alguien choca conmigo. Oh no, y no es cualquier alguien. Es el mismo chico.

Imbécil, ¿qué no puede dejar de chocarme?

-¡Agh! ¡Deja de chocarme Benjamin! -digo al tanteo porque no se bien si es su nombre, pero creo que sí porque se alegra un poco.

-Fue tu culpa Violette. -dice y bufo-. Deja de bufar.

Imbécil.
Pero te atrae.

¿Y? Eso no le quita lo imbécil.
Te sigue atrayendo.

Espera, ¿¡qué!?
Y lo sabes.

Khá, deja de hablarme vocecita mala parezco retrasada mirando al infinito.
Tú lo dijiste no yo.

Vuelvo a bufar.

-¿Y ahora porqué bufas? -cuestiona.

-Porque estoy loca. -digo con seguridad y sonrio.

Él sólo se ríe y, ¡mierda! Tiene una linda risa.

-Bueno, me voy antes de que me hagas más daño tirándome. -digo y comienzo a caminar.

Hasta que me detiene.

-¡Oye! Espera.

Genial, ¿y ahora qué quiere?

¡Ay! Me chocas.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora