capitulo 10

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—¿Tu eres Anni? —un hombre estaba de pie en frente de mí, esta vestido formal, contraje y corbata y carga consigo un maletín en una mano mientras que en la otra una carpeta, aparenta tener unos treinta o un poco más.

—Si soy yo ¿Usted? —pregunto cómo puedo.

—Me llamo Felipe soy amigo de Carla y Ben y también su abogado —contesta con expresión triste en su rostro.

—¿Abogado? —pregunto extrañada.

—¿Podemos hablar? —dice serio

—Sí, claro —respondo.

Ambos nos sentamos, no entiendo que es lo que quiere conmigo, quizás es porque yo tengo los testamentos ¿Que querrá de ellos? ¿Tiene derechos a quitármelos? si ellos tenían un abogado ¿Porque no se los dio a el? estoy tan confundida ahora, siento que no puedo pensar con claridad, necesito a Tom, necesito su apoyo.

—Debemos hablar sobre Ruth —comienza diciendo, estaba muy serio, su expresión y tono de voz lo confirman.

—¿Ruth? —Tan pequeña y quedo sin ambos padres, que injusto es todo esto, apenas si llego a este mundo.

—Sobre su custodia —lo miro extrañada— ¿Ellos no te hablaron sobre eso?

Niego con la cabeza.

—¿Carla te dio el testamento? —asiento— Veo que tampoco lo leíste, ahí ellos te dejan sus pertenencias, mientras Ruth sea menor de edad, también te dejan la custodia total de la niña.

—¿Qué? —pregunta sorprendida— pero hable con Carla antes de que muriera —trago con fuerza— No me dijo nada, solo me dio esto —señalo el testamento en mis manos.

¿Me dejan todo? ¿Pero por qué? no me menciono nada al respecto... mi cabeza me duele mucho.

—Para ellos tú eras muy importante, te consideraban su familia, por ello te la dejaron, la pregunta es ¿Lo harás? ¿Te la quedaras con ella? —pregunta viéndome serio— Es una gran responsabilidad.

—Por supuesto —digo sin dudar.

—Ella —señala a la señora que hablaba con un doctor— Es de servicios sociales, se llevaran a Ruth por el momento mientras hacemos la petición para su custodia.

—Pero no soy familiar ¿No habría problemas? —pregunto preocupada

—Cuesta un poco más, pero fue por decisión de ellos, además tu situación es buena, los chicos me contaron que eres casada —asiento— Tu estado económico es bueno, eres joven, tienes dieciocho años ahí costara un poco más, pero quiero ser positivo —dice dándome aliento— ellos estaban muy seguros de su decisión... Te dejaron esto también —Me extiende una carta con mi nombre en medio.

—Entiendo, hay que hacer todo lo necesario, no dejare ir a la niña, no puedo —digo muy convencida de mis palabras tomando la carta con fuerzas.

Conversamos un rato más e intercambiamos números, hable un momento con la de servicios sociales, y después se fueron ambos.

Me senté en un lugar tranquilo, abrí la carta con cuidado, mis manos tenían un leve temblor.

Anni, nuestra querida Anni, te escribo esta carta a solo tres meses del nacimiento de nuestra amada Ruth, sabes que nunca he sido buena con las palabras por mi timidez, por eso mejor las estoy escribiendo. Tu eres con mi esposo y mi hija la persona que más amo en la vida, cuando nos conocimos a ambas nos falaba algo, algo impórtate, una familia, pero pudimos entre las dos obtenerla. Es mi deseo y también el de Ben que seas parte de esta familia que estamos formando no solo de palabra, si no como algo mucho más importante, queremos que nos concedas el honor que seas su madrina, sé que eres la mejor para ello, que la amaras y cuidaras como si fuera tu propia hija y que algún día le darán hermanitas y hermanitos junto a tu esposo Tom. Te amo amiga más que a nada, espero que puedas conceder el deseo de mi corazón.

Con cariño Carla y Ben.

Termine de leer la carta llorando, fue imposible evitarlo, la llevo a mi pecho y me desahogo.

Tienes razón amiga siempre amare a tu hija como si fuera mía

Carla no tiene parientes, era huérfana y Ben su familia nunca acepto la relación, así que cortaron todo lazo con él, cuando los llame para avisarles sobre el accidente, actuaron muy fríos. No comprendo cómo puede haber personas de ese tipo, ¿Acaso el orgullo es tan grande?

Le pido a una enfermera si podía ver a Ruth a pesar de que son las doce de la noche, ella acepto para mi suerte.

La saco de su incubadora y me la entrego, había una silla cerca así que me fui a sentar.

—Sabes pequeña desde ahora te quedarás conmigo, tus padres que te aman mucho te dejaron a mi cuidado, yo te cuidare como si fueras mi propia hija, nunca dejare que los olvides, te contaré como los conocí y todas las aventuras que pasamos juntos.

Jonny se acerca a mí, me seca una lágrima que se escapaba y se sentó a mi lado, pasa un brazo por detrás de mí abrazándome y con la otra toma la manito de Ruth.

—¿Lo sabías cierto? sobre la custodia — digo viendo a Ruth.

—Si —contesto el bajito.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Creí que ellos lo iban a ser.... ¿Qué harás con Tom?

Apoyo mi cabeza a su pecho

—No lo sé —le digo en un suspiro.

—Anni —Tom estaba mirándonos, sus ojos pasaban de mí a Jonny y se quedó en Ruth que seguía en mis brazos durmiendo tranquilamente.

Me levanto y le entrego a la bebe a mi amigo.

—Tom ¿Podemos hablar un momento? —le pregunto preocupada.

—Sí, claro —digo dudoso.

Nos alejamos, no fue difícil encontrar un lugar a solas ya que muy tarde. Antes de comenzar a hablar, me lanzo a sus brazos, lo necesitaba desde hace mucho, el solo me corresponde entendiendo mi necesidad.

Le cuento todo a Tom desde el principio. Pero él no decía nada solo me miraba en silencio.

—Di algo —le digo un poco impaciente.

Después de terminar de contarle inclina la cabeza y se queda pensando jugando con sus manos.

—No sé qué decir Anni, lamento lo de tus amigos y entiendo por qué te quieres quedar con la niña, pero apenas podemos con esto —me señala a mí y luego a el —trabajamos en lo nuestro aun... Un bebé ahora —dice algo dudoso

—Si lo sé, la verdad estoy asustada, tengo dieciocho años y nosotros... Pero no puedo dejarla y no lo hare quieras o no.

—¿Es un ultimátum? ¿Quieres el divorcio? —pregunta ¿Asustado?

¿En vedad desea tanto estar conmigo?

—No, claro que no, pero tampoco quiero obligarte... Me gustaría que la adoptáramos y la criemos juntos —intento sonreír— Yo...

Un par de meses atrás le habría dicho, si, mejor divorciémonos, era lo que más quería ¿Pero por qué ahora mi corazón se oprime de solo pensarlo?

—Quiero un momento a solas, necesito pensar —se levanta y se va.

Después de que se fue no lo he vuelto a ver y ha pasado casi una hora, he intentado contactarlo, pero no responde. Termine por mandarle un mensaje diciéndole que nos fuéramos a dormir a casa de Jonny. Solo me respondió "Ve tu"

Intenté convencerlo de que nos fuéramos juntos, pero no respondió.

Espero que también consiga un buen lugar donde dormir.

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