I Will Wait |Camren|

CAPÍTULO 2

Lauren Pov's

Ver a Cabello tan destrozada me hizo sentir de lo peor, nadie tiene idea de como está, tenia su labio roto, su ojo morado y tenia una nueva cicatriz en el brazo. Probablemente yo le hice esa, ¿pero quien la golpeo hoy?
La persona que hoy golpeo a Camila Cabello las va a pagar, juró, que le haré tragar toda la tierra que se merece.

Ella estaba sentada junto a mi, en la clase teníamos que leer por lo menos siete hojas, y yo no he podido leer una y media.

Hay tensión, algo me dice que esta nerviosa, y no deja de moverse de un lado a otro. ¿Esta nerviosa, pero por qué? Hoy no voy hacerle nada, no pienso maltratarla después de verla como está, parece una rosa apunto de morir. Una rosa que se desvanece cada segundo de tanto esperarme.

—¿Quien ha hecho eso? —Pregunte sin voltearla a mirar.

No respondió, pero paso saliva.

Volví a preguntar.

—¿Quien hizo eso?

Suspiró.

—¿No es obvio? Tu debes saber.

No la estaba viendo, pero sabia perfectamente que estaba destrozada y no tenía ninguna expresión en su rostro.

Yo suspire con rabia esta vez.

—Fueron ellos, ¿verdad?

—Así es. Ellos me golpearon. —Dijo sin ganas.

Malditos hijos de puta.

—¿Y la cicatriz en el brazo derecho? —Ella volteo a ver su brazo y se lo tapó bajándose la manga de la sudadera.

Aun no la observaba, no quería encontrarme con sus lindos ojos, y matarla con los mios.

—Lo hiciste tu. —Respondió bajando la cabeza.  

Duramos unos segundos calladas, pero luego le dije.

—¿Has ido al hospital? —Asintío. —Hoy mis amigos me han llevado.

Los amigos de Camila no me caían del todo bien, no he interactuado con alguno de ellos, solo con Troy... El novio de mi mejor amiga, Ally.

Hoy quería buscarle la charla a Camila, pero no quería animarla y dejarla votada después.
Pero hace mucho, no hablo con alguien. Y menos con Camila.

Por fin pude encontrarme con sus ojos, pero al tener el contacto ella apartó la vista de mi con nerviosismo.

—¿Que te ha parecido la maestra Beckham? —Pregunté.

—Me agrada. —Dijo cortante.

—A mi me parece que es una zorra, piensa que es de lo mejor. Pero no, es una hija de perra.

Suspiró.

—¿Y que onda tus amigos?

Asintió.

—Son buenos.

—¿Te parece que son buenos? —Me reí sarcásticamente mientras Camila fruncía el cejo.

—Son idiotas, son los nerds... O bueno, no lo son tanto. Pero tampoco son populares como yo. —Volví a carcajear.

—Ellos me han salvado de todos los golpes que tu y tu novio me dan. —Dijo sería, y notablemente enojada.

Mi aspecto cambio, ya no estaba gracioso, Camila me acaba de hacer sentir mal, como yo a ella le hago sentir.

—Lo siento, no pensé que lo tomaras tan a pecho. —Baje la mirada.