Yo la notaba muy feliz, al parecer amaba su nueva vida.
Despues de que ella vio que nos acostamos, ella nos vio y recien pudo dormir, quizo dormir en nuestro cuarto pero mi mamá ya le habia preparado una bonita cama.
Al dia siguiente, al despertar, ella entro a nuestro cuarto, subio sus dos patas y nos levantaba, mi mamá se burlaba de lo que hacia, al poner sus patas en mi cama senti como su lengua paso por mi cara dejandome babeada, me rei y hizo lo mismo con mi hermana. Luego se animo a subir a nuestra cama, mi mamá como loca corrio para bajarla, fue gracioso.
Y asi pasando el tiempo ella fielmente iba a despertarnos todos los dias, como extraño que a veces me muerda el moño o me lama la mano para despertar e incluso extraño sus tremendas patas en mi espalda.
Extraño que me despiertes pequeña.