Por la emoción de tu sentir.

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One shot♧
South Park.

Si el despertador no lo había despertado por completo, el agua helada que humedecia su rostro si lo había logrado.
Como todas las mañanas entre semana el despertador había sonado a 6:30 am, los viernes por las noches no eran necesario activar la alarma, ya que ese día podía despertarse hasta tarde o como él a veces pensaba y deseaba "no despertar de un largo sueño", no en la manera de desear morir, literalmente no despertar en un par de días.

Se sintió mejor cuando escupió el agua de su boca, el sabor a cloro y estancamiento definitivamente le daba al agua un sabor repugnante, aunque no se podía quejar y pedir cosas de calidad al hospedarse en el tipo de departamento que rentaba, era lo más barato que pudo conseguir.

Aún tenía un par de minutos antes de salir para ir a la escuela, sería una buena opción utilizar el tiempo de sobra para preparase un sano y buen desayuno, pero la nevera ya estaba completamente vacía, lo único que pudo encontrar entre las cajas vacías que llevaban algunos días sobre la mesa, que pocas veces o mejor dicho nunca usaba, fue una barra integral con sabor a fresa, él odiaba la mermelada de fresa, pero el ruido que provenía de su estómago lo obligó a comersela toda.

Miro el reloj sabiendo que tenia aún tiempo de sobra, podía ocupar ese tiempo para terminar sus deberes y estudiar antes de irse a clases, aunque pensó que sería mejor idea salir más temprano de lo normal, así podría caminar tranquilo sin la preocupación de llegar tarde, y por sus tareas pendientes... las terminaría antes de clases, trabajaba mejor bajo presión.

○○○

Y ahí estaba él, sin ninguna obligación, sentado en las gradas mirando al montón de jóvenes que se lanzaban un balón unos contra otros.
En realidad detestaba el fútbol, no le importaba en absoluto si el equipo de la escuela ganaba, perdía, pasaba a otras ligas o de plano eran un asco, lo único que le importaba era mirarlo, mirar como todo él eran tan perfecto, tan inalcanzable.

Cuando el entrenador les grito a los jugadores que era hora de irse a casa Kyle se quedo ahí, normalmente cuando escuchaba el silbato sonar cogia sus cosas y se iba a su aburrida casa, a su monótona vida, pero esa tarde y sin saber porque, hizo la excepción.

Sabía que cada vez que los entrenamientos concluían Stan iba por Wendy, una hermosa chica de cabello negro, piel pálida, labios rosas naturales ojos azules y genuinamente amigable.
El sueño de cualquier hombre, pero no para él, y como lo había escuchado, tampoco para Stan, lo que el pelirrojo había logrado saber es que el azabache y Wendy sólo eran amigos, aunque se sabía que Wendy estaba loca por Stan.

-*¿Quién no?*.

Pensó el pelirrojo apretando sus puños de la emoción cuando miró a Stan sacarse el casco dejando a la vista su despeinado y húmedo cabello.

El joven judio pensó en que era hora de irse para poder escribir esa crítica que le había pedido el profesor de literatura de su reciente libro, como Kyle era el mejor estudiante de todas sus clases, el hombre le pidió que lo leyera y le escribiera una crítica, algo realmente alargador para el chico.
Kyle término por guardar sus cosas y poner su mochila sobre su hombro sin quitarle la mirada de encima a Marsh, quién de un momento a otro había dirigido sus azulados ojos a los del joven que llevaba todo el rato mirándolo desde que empezó el entrenamiento, desde que empezaban todo los entrenamientos todos los días.
A Stan le gustaba saber que aquel pelirrojo lo miraba a diario.

Kyle sintió una emoción antes no conocida cuando miro a Stan dirigirse hasta él sin quitarle la mirada de encima, intento dejar de verlo, pero simplemente no pudo, una parte deseaba que lo pasará de largo y se dirigiera a alguien detrás de él, otra en verdad moría porque fuera a él por quien venía.

Quisiera ser tu problema (Kyle & Stan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora