CAPÍTULO 6 - ¿Corres?

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Termino su salto y mi corazón se detuvo, él se daría cuenta de que yo estaba ahí, parada observando curiosa e hipnotizada por su ágil forma de moverse. Su mirada se dirigió a la mía, mi mirada. Se sorprendió y al momento se tensó un breve instante. Lo único que pude decir era la verdad.

-Entreno al lado de estos edificios. Escuché ruidos y vine a indagar... - Que vergüenza – Y terminé aquí.

Solo se quedó callado. Pero comenzó a acercarse... más cerca... y más hasta tenerlo al frente mío, a tan solo unos 15 centímetros de mi rostro.

-¿Eres la chica de hoy... verdad? – Curioso, me recuerda. - ¿Cómo te llamas? Y me sorprende que sigas viva con todo el alboroto que hay en estos meses.

Tuve que analizar mis respuestas antes de poder responder claramente.

-¿Sahara... y tú? – Algo dudosa. Me suena de haberlo visto anteriormente sacando la situación de la tarde de hoy.

-Soy Erick, Erick Stoner. ¿Nos hemos visto anteriormente omitiendo el día de hoy?

-Lo dudo, solo el día de hoy. – Pero creo también que si nos hemos visto antes. Sólo que no planeo decirte eso.

Escuchamos un ladrido y luego vemos a un perro corriendo hacia nosotros. Frena delante de mí y comienza a gruñirle a Erick, lo cual tuve que acariciarlo para que se calmara, pero aún seguía tenso y a la defensiva. Mi perro me protege y es adorable cuando lo hace.

-Supongo que debo mantenerme a distancia de tu amigo. – Dijo señalando al perro, sonriendo. Estúpida sonrisa.

-Tranquilo Sam, es un conocido. – Le digo a mi siberiano alterado.

-¿Sam eh? Es un hermoso siberiano. Oh... Ten. –Saca de sus bolsillos una bolsa de... ¿qué diablos es eso? – Es para el perro, tranquila, puede comerlo si quiere.

Sam olisquea la comida y luego comienza a tragarlo. Ni mastica, lo traga. Tenía hambre pobre.

-Bueno es hora de irnos Sam. – acaricio a Sam y se dispone a correr a mi lado, pero...

-¡Espera! Dijiste que entrenabas. ¿Qué entrenas? – Me miro algo confundido.

Diablos.

-Hago Parkour. – Dije seca. Su expresión fue de asombro, pero sonreía con felicidad en sus ojos, ojos color miel aun cuando solo lo alumbraba el poste de luz.

-Wow... oye, ¿No quieres entrenar aquí?

...¿Qué?

-¿Qué? – Pregunte anonada.

-Me gustaría que me hagas compañía, además, ¿Quieres jugar una carrera? – Este tipo está loco.

-No sabes con quien hablas. – Digo riéndome.

-Pruébalo. – ¿Estaba retándome? – Pruébame que puedes superarme. –Repito, está loco.

-De acuerdo, acepto. ¿Desde aquí hasta dónde? – Pregunté estirándome hacia abajo para acariciar a Sam.

-Una vuelta alrededor de los edificios. – Sonrió y se puso en posición de carrera.

Que dios se apiade de ti, Erick.

Narra Erick:

Esta chica es asombrosa. En menos de la mitad de la carrera ya tenía la delantera, los obstáculos no eran nada para ella, los saltaba sin problemas. Incluso con piruetas. Volteó para mirarme y sonreír. Que ojos tan profundos, color de la misma tierra, que provoca un gran desorden en mi pecho. ¿Qué es esto?

Sahara...Que nombre extraño y llamativo a la vez. Se me cruza en mi mente la imagen de Isa corriendo en el instituto, su silueta más bien. ¿Habrá sobrevivido? Recuerdo haber visto una silueta y estaba seguro de que era ella. O era eso o me habían dejado plantado. Preferiría que me dejen plantado si pudiera elegir entre eso o que esa persona haya desaparecido o muerto.

Sahara y yo íbamos a par, corriendo mientras que su amigo, Sam, nos esperaba en la meta. No pienso perder.

Tomé su mano desprevenidamente y la jalé hacia atrás para darme impulso, pero fue una mala idea. Ella tomó impulso y salto por encima de mí haciendo una vertical pero apoyándose en mis hombros, quedando delante y como la ganadora.

...Esta chica es asombrosa.

Narra Sahara:

Finalice la carrera y... ¿Cómo fue? Oh si, ganando.

-¿Ya tienes la prueba suficiente? – Dije sonriendo y lo miré. Estaba mirándome con cara de confusión y ¿Felicidad? Esto es raro y nuevo.

-Sí, tengo las pruebas necesarias. Sahara, eres una chica inigualable.

¿Dijo chica inigualable? Debo estar soñando eso a una chica que apenas conoce.

-Oye, que apenas me conoces.

-Pero, digo la verdad, no son halagos. – Me miró tan serio que realmente creí en sus palabras.

¿Debería creer en esta persona?

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Pues aqui el final de este capitulo -w- Gracias por la espera aunque me demore mucho en subir <3






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