5 de septiembre, diez días son ya desde que no la veo. Diez días sin verla con aquellos suéteres grandes. Diez días sin verla caminar sola por el peatón y diez días sin verla aparecer, mientras pedía mi almuerzo en la lúgubre cafetería de la escuela.
Me acuerdo de aquel día perfectamente. Aquel día fue el que me saludó y se sentó a mi lado en el autobús escolar. Ví de reojo cómo escribía una fecha. "5 de Septiembre de 2009". En aquel entonces no sabía qué podía significar aquello. Esa chica, de la cual nombre desconocía, me resultaba intrigante y hermosa.
Aquel pelo negro, el cual conjuntaba con sus negros ojos como el carbón, y su piel pálida hacían resaltar entre las demás chicas de la escuela. Ella, que con tan sólo una mirada, me dejó una huella eterna. Ella, que me penetraba la mirada con sus bellos ojos negros. Ella, la hermosa chica de aquel barrio, ahora triste por su pérdida.