El bosque de las luciérnagas (BaekYeol/ChanBaek/BaekSoo)

2.-Hola ,tu quien vino a mi.

<<Hola, tu quien vino a mí y me dejaste abrazar tu tímido aroma.>>

Por un momento quede paralizado por el miedo de encontrar un monstruo con hambre y me tragara sin compasión de un niño como yo. Pero no, solo había un chico alto, viéndose poco mayor que yo, de complejo delgado y vestía un pantalón negro, una playera roja encima de una camisa desbotonada blanca con las esquinas de borde de flores. ¿Por qué un chico tendría una camisa con bordes de flores en las esquinas? Y no solamente eso era lo raro, lo más raro era que tuviera en su cara una máscara blanca con unas orejas y boca de un gato. Lo único que se podría ver a través de esa mascara era su cabello negro.

¡Hey, pequeño! ¿Por qué estas llorando? - escuche que dijo aquel chico.

—  ¡Por fin una persona! ¡Estoy a salvo! — fue lo único que dije y sin pensarlo lo siguiente que hice fue correr hacia el sin ningún temor alguno y lo que recibí fue que me esquivara y cayera boca abajo, me levante y volteo hacia él.

— Lo siento — habló el chico de mascara rara hacia mi — ¿Eres un niño humano? .

Lo que pensé en ese momento fue '¿Qué no ves acaso? Claro que soy humano ¿no es obvio? ¿Parezco un venado o algún cachorro? Duh'. Pero no me espere para nada lo siguiente que dijo.

— Los humanos no pueden tocarme, si lo hacen, desapareceré — me quedó observando y pareciera esperando una respuesta mía — Este es el hechizo que el Dios de este bosque coloco sobre mí —.

— Si te toco, ¿desaparecerás? —  fue lo único que salió de mi labios.

— Dí, por eso, no te me acerques demasiado, ¿te perdiste verdad? , te ayudare salir de aquí — comento y yo tan inconscientemente volví  corriendo y gritándole intentando darle un abrazo —  ¿En serio? ¡Muchas gracias! — .

Y sí, otra vez me detuvo, pero no esquivándome ahora, si no con una rama de un árbol que golpeo mi cabeza. ¿A qué horas tomo esa rama que no lo vi?

— ¡Auch ¡ ¡Eso dolió! — le grite sobándome mi cabeza .

— Lo siento, pero ya te lo he advertido — volteó y comenzó a caminar.

Lo seguí hasta quedar junto a él. Es demasiado alto a comparación de mí, bueno, no le echo la culpa después de todo, aún soy mucho más joven que él y seguramente crecere siendo superior. Después de unos cuantos minutos de estar su lado caminando, me doy cuenta que tengo la tentación de agarrar su mano, pero no lo hice, porque me dolió mucho el golpe que me propino y no quiero que se repita.

El silencio que había entre nosotros no me molestaba, ni siquiera el me da miedo. Lo que debería hacer es salir corriendo y llorando porque después de todo es un desconocido para mí, pero no lo hago. ¿Cómo explicarlo? Él no me da una sensación de que me fuera hacer un daño, es como si fuera blanco y puro, viéndose incapaz de matar a una sola mosca aun puesta su máscara de gato.

— Toca la esquina — De repente el me ofreció el extremo de la rama del árbol que obtuvo por arte de magia — Te enseñare el camino de la salida —.

Y fue lo que hice, toque el palo como si estuviera sujetando su mano tan pálida sintiéndome seguro y capaz de confiar ciegamente en él, al menos... eso es lo que yo concebí.