Como otro día mas, me despierto a las 6, y a mi lado, la cosa más bonita del mundo; mi pequeña Ann.
Hola, me llamo Rachel, y mi profesión es un tanto... Exótica. Como podéis deducir, soy puta, aunque nosotras preferimos llamarnos "señoritas de compañía."
A mis 16 años, tras la muerte de mis padres en un viaje a París, tuve que irme a un orfanato, del cual me escapé y mi único refugio es una habitación de una casa de putas; la habitación 69, por cierto.
Tener que atender a viejos, jóvenes, y maduros asquerosos, es duro, y aún más con tu hija de 9 meses en una cuna, y tener que dejarla con la Madame, la jefa, que por cierto, siempre se ha portado muy bien con nosotras, nos trata tanto a mi hija Ann como a mi, diferentes a las demás.
Ahora tengo 17 años, soy rubia, pelo largo y 55 kg.Después de cambiar a mi hija y dejarla con la madame, llega el primer cliente del día, sobre las 9:30 de la mañana, a si que me ducho, y empezamos; si esto me causara gusto alguno, no seria un trabajo.
Follar para mi, es como ser una estudiante; estar cansada de trabajar, pero todo esto lo hago por el futuro de mi hija, y para que no acabe como yo jamás.
Tras pasarse la hora entre polvo y polvo, el cliente satisfecho, me da los 100 euros por el servicio.
ESTÁS LEYENDO
Habitación 69. [Gemeliers.]
Fanfiction"Cuando menos te lo esperas, las mejores cosas suceden."-dicen. ¿PERO CUANDO VA HA LLEGAR MI PUTO MOMENTO? Puede que yo, sea aquella que lleva una vida de mierda, en un mundo de mierda, en en el que tu trabajo, tiene que ser cualquiera para poder g...