Epilogo

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La cabra se tragó a la abeja, pero se le quedó trabada en la garganta.

Sintió como se fue la vida de su cuerpo.

Calló al suelo, satisfecho de poder ser uno con su amada.

Cerró los ojos y dejó que la muerte lo llevara.

Fin.

La abeja y la cabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora