Prólogo

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23 de marzo, 2001, Fartown

Anónimo

-¡mami! ¡mami! ¡mira, un pajarito!- llamaba Harry a su madre.

-¡oh! ¡pero que lindo, Harry! ¿sabes cómo se llama?- la preguntó Anne a su hijo cuya respuesta por parte de este fue un no.- se llama gaviota.- le respondió dulcemente.

-gaviota... bonito nombre... ¡mami quiero un gaviota!- pidió el pequeño, por lo que su madre se rio, lo que molestó a Harry.- hablo enserio mamá, quiero una gaviota.- volvió a insistir Harry.

-Harry, ¿sabes por qué las gaviotas y todos los pájaros tiene alas?- volvió a preguntar la pelinegra a lo que obtuvo un no, nuevamente, con la cabeza- ellos tienen alas para volar, para ser libres, y no les gustaría estar encerrados en una jaula, ¿no lo crees?- le dijo Anne. Harry lo pensó y luego de unos segundos asintió apenado y con algo de vergüenza por querer quedarse una para el cuando ellas debían ser libres. Por eso mismo fue caminando despacito hacia el ave y le pidió perdón por querer hacerle un "daño" y luego volvió con su madre la cual ésta lo recibió con una sonrisa orgullosa de su pequeño fruto.- bien Harry, te felicito, estuvo muy bien de tu parte lo que hiciste.

Anne, comenzó a escuchar unos ruidos, así que se volteó disimuladamente hacia atrás para observar que era aquello, pero no encontró nada. Desde ese momento comenzó a sentirse nerviosa, ya que lo más probable es que los estén siguiendo y lo que menos quería en éste mundo es que se lleven a Harry y a ella, para ser maltratados y lastimados, o no, claro que no lo permitiría, nunca jamás, sobre su cadáver. Por eso estaban allí, por eso estaban en ese muelle, por eso estaban por viajar en un barco, para huir, huir y dejar los problemas atrás. Por eso viajarían a norte América, para empezar de nuevo, para empezar desde cero, para brindarle a su hijo todo lo que se merece, para que Harry... esperen ¡Harry!

-¡Harry! ¡Harry!- gritaba la madre descontrolada buscando a su hijito que no sabía donde estaba.- ¡Harry!- siguió gritando hasta que una voz tranquilizadora gritó desde lejos.

-¡aquí!

Buscó con su vista de donde provenía la voz de su hijo y, gratamente, lo encontró jugando con las aves, tratando, por lo visto, agarrar una de ellas. Se acercó hasta el agradeciendo a Dios de que no le pasó nada malo.

-Harry, gracias a Dios que no te ocurrió nada.- agarró a su hijo y lo besó en la frente.- ¿qué hacías?- lo interrogó.

- estaba ayudando a las gaviotas a ser libre mami, las ayudo a volar, mira- Harry fue lento y luego gritó haciendo que éstas volaran- ¿viste mami? ¡Las ayudo a ser libres!- y Anne lo abrazó aún más.

- Harry, iré a sentarme un rato, tú quedate aquí jugando, yo te estaré observando ¿está bien?- preguntó la mujer, a lo que el niño respondió un si asintiendo con su cabecita.- muy bien.- y se fue a descanzar sus piernas.

Anne miraba a su hijo con una enorme sonrisa en sus labios y se convencía cada vez más de que su hijo vale oro.

-haga silencio y no le pasará nada- le dijo una voz gruesa de hombre que con sólo escucharla causaba temor. A la pelinegra se le paró el corazón y comenzó a latir mil por segundo. El hombre le estaba apuntando con un arma por la espalda y con la otra la agarraba.

-¿q-quién er-eres?- no obtuvo respuesta- ¿quién eres?- dijo más segura pero lo mismo no le contestó.-¿a caso eres uno de los que trabaja para Conrad?- esta vez si tuvo respuesta, pero no la que esparaba.

-cállate y deja de hacer preguntas o sino me veré obligado a matar a tu hijo.- ordenó el hombre. Esas palabras hicieron que Anne empalidezca dos tonos menos.- y ahora te dirigirás conmigo a Italia donde tienes una sorpresa- el hombre rio bajo.

Anne sabía que no tenía escapatoria de esta, pero haría todo lo posible para que Harry esté bien, así que se rindió.

- almenos... ¿podrías dejarme despedirme de mi pequeño?- preguntó la mujer.- por favor...- rogó. El hombre pareció dudar, pero accedió. Después de todo, no era completamente un mounstruo.

-está bien, pero que sea rápido. Debemos estar allí a las diez en punto y si no llegamos nos matarán a los dos ¿entendido?- Anne asintió y se fue corriendo a hablar con su hijo por ultima vez.

- mami es taaan divertido jugar con las gaviotas, ¡mira, a esa la llamé Gaviotin! Jajaja- Harry se volteó para ver a su mamá con su típica cara feliz, pero en vez de eso, encontró por primera vez una cara triste proveniente de su progenitora.-¿ qué pasa mami?¿estás bien?¿por qué estas triste?- le preguntó desconcertado.

- H-harry...- no aguantó más el hecho de que nunca más vería de nuevo a su hijo, que no lo verá, que no podrá darle consejos nunca más, y, lo que la hacia la peor madre, que lo dejaría solo, pero lamentablemente no tenía otra alternativa. No soportó más y reprimió en llanto. Abrazó fuertemente a su hijo y le dijo- Harry, recuerda siempre, siempre que tu eres la mejor cosa que me pudo pasar en la vida, tu eres mi razón de vivir. Recuerda que siempre estoy y estaré orgullosa de tí y siempre estaré apoyándote, no importa dónde este, yo siempre te cuidaré y te brindaré amor. Recuerda que te amo, mi pequeñín, siempre.- y con esto, dejar de llorar no era un opción. Y lo peor, es que ahora venía lo difícil.- cuídate, bebé, prométeme que te cuídarás, que serás alguien bueno, haz me ese favor ya que yo no podré estar allí para tí, por favor ¿si?- imploró al niño de siete años.

-¿qué? ¿mami que pasa? ¿por qué dices que te vas? ¿por qué m-me dejas solito?- preguntó mientras las lágrimas le recorrían sus mejillas blanquecinas.- ¿te vas porque el otro día no quería comer la alcelga? ¿es por eso mami? Si es así, te prometo comer todo, pero no me dejes- volvió a llorar.

- Harry, algún día lo sabrás, me tengo que ir.- dijo Anne sin más. No quería dejar a su hijo así, claro que no, pero no tenía ya tiempo y si quería que nada le sucediera a su pequeño debía apurarse.- adiós bebé.- se despidió.

Harry seguía llorando pero eso no le impedía hacer una última pregunta.

-¿volverás?

-lo prometo.- mintió, y dolía, dolía y bastante, pero era necesario. Y se marchó.

-mami- Harry la llamó, esta vez si, por última vez. Anne sin más pensar y con dolor en el corazón se volteó y miro al ojiverde con tristeza y amor al mismo tiempo.- te amo.

La madre no pudo más con esto y se fue corriendo, maldiciendo el día que tuvo que encontrarse con ese hombre tal malvado y perverso que consiguió separarla de lo único importante en su vida. Pero debía irse y asi fue.

-prometo esperarte todos los días mami, lo juro.- se dijo para sí mismo el pequeño Harry.

Y allí quedó el niño de los ojos verdes viendo cómo su madre se iba y lo dejaba sin nadie y sin nada, preguntándose por qué ella se tuvo que ir, pero no conseguía ninguna respuesta.

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Hola esclavas ahre
Bue, esta, por así decirlo, es mi primera fic, por lo cual tal vez.vean algunos(muchos) errores en la escritura y tal vez aveces la historia no cocuerden.
Esta es un fic Larry, se que Louis no aparece todavía, pero no deseperen, quizas en el proximo capítulo aparezaca.

Bue baiiii jsjs j


Green's  (larry stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora