El comienzo:

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Todo lo que conocía de este jodido mundo devastado y lleno de mierda. Para empezar no puedo de hablar el mundo en general, solo de una de las ciudades en las que vivimos encerrados los humanos que conseguimos sobrevivir a la catástrofe de hace veinte años. Yo no había nacido todavía, llegué un par de años después.

Tras la catástrofe y la devastación de las ciudades que conocíamos, la gente comenzó a tener hijos y la población aumentó a un ritmo casi alarmante. Esta pasó a ser muy joven. Apenas quedaron mayores y comenzaron a sacrificar niños a los que se les lanzaba a la boca de aquellas tormentas y extraños fenómenos.  Por suerte me salvé, todos los hombres a los que conocí me dijeron que mi padre era un alto cargo en el gobierno y que por eso seguía allí dentro, que debía estar agradecida y esas cosas. Pero para mi aquello era un comentario sin importancia. Yo solo  era capaz de centrarme en los libros que hablaban sobre antes de la catástrofe, soñaba con que algún día todo acabaría y podríamos salir a fuera, pero era algo que parecía imposible.

Cerca de donde  estaba situado el orfanato había un parque lleno de columpios al que ya nadie iba. Todos estaba destartalado y vacío. Los niños de ahora apenas salían de sus casas y siempre estaban conectados a esos aparatos que repartía el gobierno.

Yo saqué el mío y miré la hora. La enorme pantalla se iluminó, mostrándome la hora. Sonreí al ver que ya quedaba menos para que por fin se hiciera de noche. Era el único momento en el que las tormentas cesaban, siempre a la misma hora, era un fenómeno algo anormal. Pero aun así estaba demasiado emocionada por volverla a ver.

Pasaron un par de minutos y el mar de nubes rojizas se detuvo, allí bien grande en la parte más alta de la cúpula se encontraba una esfera blanca en mitad de  un cielo negro y oscuro. Me quedé mirando como brillaba hasta que algo me llamó la atención. Justo en la parte más alta de la cúpula había un hombre, ¡imposible!. Me froté los ojos y volví a mirar de nuevo allí seguía. Estaba por fuera de la cúpula...

_¡No puede ser!_ Grité casi inconscientemente. Unas luces se prendieron. Era de dos guardias, bajé del columpio y salí corriendo entre la maleza hasta la parte trasera del orfanato.

 Entré sin hacer ruido por la puerta principal y caminé con sigilo hasta mi habitación. Desde el pasillo se oían unos fuertes ruidos y como la vieja casa crujía por todas partes. Yo que conocía bien las tablas y el suelo pisaba con cuidado para no hacer ruido.El arte del sigilo era algo que dominaba bastante bien.

 Abrí la puerta de mi habitación sin hacer ruido para no despertar a Lauren, mi compañera de habitación y mi mejor amiga. Pero hay que admitir que era algo molesta. Sus ronquidos se oían desde el pasillo, entré en la cama con toda la ropa puesta y dormí el resto de la noche. 

Al amanecer Lauren me despertó para ir a desayunar y yo le hice caso. Cuando me vio salír de la cama toda vestida casi le da algo. Pero ella me conocía lo suficiente como para saber donde había ido.

_¡Ayer también te saltaste el toque de queda!_ Exclamó totalmente seria. Luego suspiró y sonrió de nuevo._ Bueno siempre lo haces Ulkia, no se por qué sigo sorprendiéndome...- ambas soltamos una carcajada.

 Lo cierto es que ella me hace sentir muy bien, es como desconectar y salir fuera de la cúpula. Decido no contarle lo de el hombre, aunque tampoco estoy segura de haberlo visto, puede haber sido por el cansancio. Salté de la litera de arriba como un gato y me coloqué frente al espejo observé mi reflejo. 

Tenía enormes ojeras negras que no me favorecían nada y acentuaban más mi palidez. Mis enormes ojos azules saltaban de un lado a otro observando mi reflejo. Mi pelo, que según Lauren era hermoso, caía sobre mi espalda en una coleta. Este era rubio y de puntas rojas, siempre había sido así. Mi flequillo caía sobre uno de mis ojos tapándolo como una cortina, pero dejando vislumbrar pedazos de este.Observé los labios de mi reflejo, se veían tan  rojos como la sangre. Intenté poner una sonrisa pero no surtió efecto.

_Sonríes mejor de manera natural..._ Dijo Lauren sonriente_Por cierto ya solo queda una semana para que por fin cumplas los dieciocho y te emparejen con tu compañero vital._ Miré a Lauren con odio.

_Sabes, gracias por recordármelo. Los estoy esperando con ansias, tantas que ya lo había olvidado..._ sonreí al final. Al ver la expresión de Lauren creí que me había pasado con el sarcasmo, pero apenas unos segundos después se estaba desternillando en el suelo de la habitación.

_Tienes que enseñarme a hacer eso tan seria como tú, es muy gracioso..._ al final la risa se me contagió y acabé como ella. Echaría de menos estos momentos con ella.

 Lauren y yo nos llevamos un año de diferencia, pero ella al contrario de mí deseaba conocer a su compañero vital, siempre me hablaba de ello y que por los resultados de sus test conseguiría a alguien bueno... Yo siempre le deseaba lo mejor pero todo podía pasar ya que a los huérfanos se nos trataba como basura de la sociedad, lo peor de lo peor.

Ella siempre era positiva y tenía una amplia sonrisa para todos. Así la conocí la primera vez, pero su fallo es que es demasiado sincera y inconsciente cosa que corrigió durante los años, aunque se le suelen escapar algunas veces sus pensamientos en voz alta. Es una chica especial en todos los aspectos y solo el hecho de tener que separarme de ella no me gusta ni un pelo.

_Bajemos a desayunar antes de que se acabe la hora..._Dijo tomándome de la mano y sacándome de mis pensamientos.

 Amabas bajamos limpiándonos las lágrimas de los ojos de la risa y pasamos justo frente al despacho del director.

_Otra vez pintaron la cúpula esos salvajes..._ dice una voz que no reconozco. Yo me detengo y me coloco para escuchar. Lauren me sigue la corriente.

_Son unos desalmados_ añade el director._Deberían estar muertos...

_Ya sabes la razón por la que estamos aquí dentro... ¡hemos avanzado mucho más que esos idiotas del exterior...!_ exclama el hombre anterior.

_Tienes razón..._ dice el director.

_Por cierto ¿Como está esa niña... la hija de Patrick?

_Ulkia, se ha convertido en una joven hermosa y muy lista justo como quería su padre...

_¿Será capaz de portar eso...?_ pregunta el otro hombre.

_Por ahora las pruebas dan positivo. Si todo va bien puede que dentro de una semana sea la primera en conseguirlo..._ Dice el director. Noto la mirada de Lauren en mi, pero sigo escuchando.

_Espero que su padre no fuera tan tonto como para gastar tantos años de su vida en una chica que ni siquiera es su hija..._ dijo el otro hombre.

_Si bueno, pero tiene un gran potencial. Supongo que ya habrás visto como le ha ido en las pruebas..._dice el director.

_Claro que la he visto, esa niña es una genio en todos los aspectos. De hecho creo que ya ha descubierto que todo esto es una patraña. Deberíais controlarla más... por lo menos hasta que se pase esta semana y se le de eso...

_Claro la estaremos vigilando..._Yo miro a Lauren y le hago señas para que ambas nos marchemos sin hacer ruido. Y cuando doblamos la esquina y nos introducimos en el comedor ambas nos dirigimos unas miradas. 

_¿Que ha sido eso?_ pregunta. Yo le pongo un dedo sobre los labios.

_Ni lo menciones aquí, te contaré mas tarde._ dije pensando en lo que acababa de escuchar.





Ulkia y sus misteriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora