Prologo

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Esta es mi primera historia espero que la disfruten. Si tienen alguna opinión o quieran compartir sus comentarios, por favor compartan en la caja de abajo. Espero que con el paso del tiempo me pueda comunicar con ustedes. Que tengan un excelente día. :)

Australia, 1997

Rob, como buen padre, estaba a punto de seguir a su ebrio y melancólico hijo Mathew, quien tenía su ego estaba por los cielos y su dignidad por los suelos, hacia la salida del restaurante. El joven iba saliendo por la puerta del restaurante tambaleándose de una manera muy impredecible; los clientes del restaurante no sabrían si saldría por la puerta derecha o la puerta izquierda. El chico la empujo con tanta fuerza que termino golpeando un retrato de Audrey Hepburn al lado derecho de la puerta. El cuadro callo bruscamente e hizo que se rompiera el marco y el vidrio de la portada; los pedazos se esparcieron por todo el piso. La gente entrometida seguía observando la escena con mucha curiosidad por la ventana, mientras que el muchacho estaba dirigiéndose a una Chevrolet pick up 1987 en medio de la lluvia.

El padre sentía abatimiento, todavía recordando lo que sucedió la noche pasada entre ellos dos. Después de la amarga disputa, él se dio cuenta que su hijo salió de la casa a las 2:30 de la madrugada mientras que el y su madre dormían.

Rob saco una nota en su bolsillo que tomo de su casa y la leyó de nuevo con precaución. La nota decía:

No me busquen, voy a ir a hacerlos entender lo que soy capaz de hacer. Estaré fuera por un día entero. Prometo llegar.

Atte: Matt

En el fondo sentía que había fallado como padre; el ingenuo corazón de su hijo estaba tan lleno de ilusiones que no se percató en advertirle que este mundo está garantizado en destrozar o cumplir las ilusiones de cada individuo los siete días de la semana.

Mathew, quien ahora bebió sus penas hasta el punto de desmallarse en su propia angustia, desde niño ha sido y sigue siendo inteligente, trabajador, un tanto carismático, y sobre todo un gran soñador, pero de ser soñador al principio paso a ser ambicioso. La gente vio sus talentos, y lo aclamaron para que el hiciera grandes cosas. Con el paso del tiempo Mathew con sus talentos llego a ganarse a mucha gente importante; gente que lo iba a lanzar a la cima del éxito. Lo que no sabían era que el joven era de bajos recursos, Mathew venia de una familia humilde y simple.

Si, El trabajo de su padre Rob era ser pescador, pero era de los mejores. Si buscabas algún tipo de pez o algún tamaño en especial, Rob con gusto lo atraparía por ti; incluso en los días más soleados y lluviosos no era un impedimento para él. El trabajo era ardoroso, duro y requería paciencia, pero era una aventura en el mar; sentir adrenalina y victoria al atrapar al pez más gordo e inalcanzable. Un reto para algunos pescadores profesionales, pero más que nada era suficiente para mantener a una familia de tres; nunca sobraba y en ocasiones se tenían que hacer sacrificios para que alcanzara. Vivir en la precariedad era cosa de todos los días y aun así vivían felices. Rob se sentía agradecido con Dios por darle las fuerzas y el talento para pescar para que así su hijo pudiera tener la barriga llena todos los días.

Aun así, Rob quería que Mathew siguiera adelante con sus estudios porque se preocupaba por el bienestar de su muchacho y su futura familia y como iban a solventar sus gastos con escasos recursos. Entonces hizo todo lo necesario para pagar colegiaturas, sin importar que tenía que hacer largas jornadas de pesca, incluso en la fría y solitaria noche. Su madre se las arreglaba para conseguir útiles escolares en descuentos, y buscaba conseguir zapatos y uniformes usados para su hijo.

La Despedida del OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora