Capitulo 5°

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El ruido rítmico de la base de la cama, más el sonido acuoso de sus cuerpos golpeando, era glorioso y morboso. El rubio metía y sacaba rápidamente su miembro del interior de azabache. Lo besaba cada vez que podía, sus manos ya no se podían quedar quietas, lo había extrañado tanto. Acaricio su miembro al ritmo de las embestidas. Eso era el colmo, Sasuke ya no aguantaría más.

En un descuido el rubio salió del interior frente a la rabiosa mirada del Uchiha.

- ¿Qué... Haces? - le miro interrogante, aun con un adorable sonrojo en el rostro y la costosa manera para respirar.

- Sasuke, si te pido algo, ¿Dices qué si? - le miro con ojitos de cordero a punto de degollar.

El Uchiha solo lo miro dudoso, estaba tan seguro que seria algo embarazoso.

- Depende. - cerró las piernas instintivamente - ¿Qué es?

- Te pondrías en cuatro por mí, ¿Si? - los ojos le brillaron, tenia una sonrisa muy poco confiable en el rostro.

- No. - fue su escasa respuesta, eso y su ceño fruncido. - ¿Por qué tendría qué hacerlo?

- Por que... Me harías muy feliz. Debería ser suficiente, ¿No? - le sobrio.

Sasuke guardo silencio. "Wow, si lo esta pensando" se dijo a sí mismo el rubio.

- Bien, pero... Con una condición.

- Claro, lo que quieras. - dijo para luego abalanzarse hacia el azabache.

De un sólo movimiento volteo a Sasuke dejándolo sólo recargado en sus rodillas y en su antebrazo derecho. Dio un fuerte jadeo. Eso le pasa por ser buen padre.

Naruto entró de una sola estocada. Haciendo que Sasuke arqueara la espalda. Reinició con el vaivén fuerte, dando en el punto exacto. Con su mano izquierda le masturbaba, mientras que con la derecha le agarraba las caderas. Los gemidos del Uchiha no se hicieron esperar, cada vez más fuertes.

El rubio bajo hasta su espalda, y fue subiendo con pequeños besos húmedos. Hasta llegar a su cuello; donde repartió más besos, y una que otra marca rojiza. Beso su nuca, para luego bajar a su oído derecho; y susurrarle cosas embarazosas, junto con alguna insinuación. Una en particular que hizo verdadero shock.

- Sasuke, ¿Puedo venirme adentro? ¿O prefieres que sea en tu boca? - si, ya estaba fuera de control. Era mejor el relajarlo, si no después no podría caminar.

- Naruto, sólo... ¡Ah! ¡¿Qué estas...?! ¡Ah! ¡Espe...! ¡Naruto~! - ¿Dónde demonios estaba tocando? No lo sabía, pero se sentía tan bien que no le importo.

Las embestidas siguieron, cada vez eran mas certeras, y eso le estaba volviendo loco. Llego un momento en donde no podía ni gemir.

La cama dio un fuerte rechinido, eso no era bueno. Naruto volvió cambiar las posiciones;.esta vez recostándose en la cabecera de la cama para luego colocándose encima a Sasuke. El cual sólo comenzó a penetrarse, subía y bajaba despacio, para luego subir de intensidad.

Ambas manos del Uzumaki estaban en las caderas del Uchiha. Este último no dejaba el vaivén ni un poco. Sólo un poco más, era casi seguro que terminarían pronto. Sasuke posó su mano en el hombro del rubio, viendo de donde tomar más impulso. El rubio por su parte comenzó a mover más sus caderas chocando con las del azabache logrando más profundas las estocadas.

- Naruto... ah... No creo poder aguantar más, - dijo entre jadeos el Uchiha. Acercó su rostro al otro tratando de no verse muy obvia su necesidad por el contacto contrario.

- Aah... - un gemido ronco se dejo escuchar por los labios del Hokage. - Sasu~ ¿Puedo venirme dentro?

Eso si lo desconcentró demasiado, era lógico el que él preguntará cuando hacían este tipo de cosas, más sin embargo sabia la respuesta de sobra.

- No.

En el mismo en el que escuchó la respuesta salio de su interior terminando entre sus nalgas, Sasuke al sentir el tibio liquido espeso se corrió entre sus vientres. Dejándose caer en el pecho del Uzumaki tratando de normalizar su respiración. El rubio por su parte lo acomodo a un lado de la cama para luego poner una suave sábana sobre ambos. Le jalo para dejarlo sobre su torso desnudo. Con suaves caricias en el cabello comenzaron a dejarse llevar por los brazos de Morfeo.

Sasuke ya estaba dormitando cuando la voz del rubio se dejó escuchar.

- Deberías aceptar la prótesis - como un pequeño susurro llego. Junto con un casto beso en la mejilla. Le encantaba el mimar al Uchiha, esos pequeños momentos en los que él se dejaba querer eran glorioso para el kitsune. Le acariciaba el cabello, mientras daba besos castos y suaves en el rostro e inclusive en el cuello y parte de los hombros, hasta donde su cuello le dejaba llegar.

- No le veo la necesidad. - dijo serio el azabache esperando pacientemente a que él cambiara de tema.

- ¿Qué le dirás cuándo pregunte? - paro todo movimiento, para mirar a la cara del ex-vengador. - ¿Le dirás la verdad? ¿O será otra mentira? Digo, si ya le has mentido por lo menos en toda su vida, porque con ello no, ¿Verdad? Aun sabiendo que eso es muy hipócrita de tu parte...

- ¡Callate! - le gritó separándose del rubio para poder hablar mejor - ¡Tú no sabes nada! ¡Él es mi hijo...

- ¡Y también mio! ¿O es qué ya lo olvidaste? - el rubio sólo se sentó en la cama. - Sasuke, por favor.

Ya te dije que no. Este es tu sueño, no puedo quitarte esto. - sus ojos cambiaron, e incluso sus gestos. Se dio media vuelta en la cama, para luego dejarse caer pesado en esta ultima. Tomó la manta y se cubrió hasta las narices con ella.

Naruto sólo soltó un suspiro. Cuando el Uchiha se ponía sus 'moños', por así decirlo, no había nada que le hiciera cambiar de opinión. Con suma delicadeza y con un poco más de paciencia se acercó al de ojos negros. Le pasó un brazo por la cintura pero este se la quitó molesto. La volvió a pasar en está pero ahora con un agarre más fuerte pero sin lastimar.

- Sasuke, por favor. No te molestes conmigo, ¿Si? - el otro sólo se removió en silencio, mas no dijo nada. - ¿Sabes que te amo, verdad? A ambos.

El Uchiha se dio media vuelta para darle la cara. Sus ojos se habían humedecido un poco, y un casi invisible puchero se formó en sus labios.

- Es que, en verdad intento decirle pero algo en mi se rompe cuando pienso en verlo llorar. - sus ojos temblaron. Se abrazó más al Uzumaki.

Naruto sólo lo acercó más a él. No le gustaba ver al azabache así, eso solo lo hacía sentir peor.

- ¿Qué te parece si esta vez nos vamos los dos juntos? Puedo hablar con Tsunade-oba-chan. E incluso ella me ayudara, ya sabes que le adora. - le acaricio con suavidad la espalda.

- ¿Qué le dirás a Hinata? Tu hijo sabe todo no creo que le guste mucho eso. A parte... le prometí a Sarada llevarla esta vez, ¿Recuerdas? - cerro los ojos un momento, el sueño le estaba ganando.

- Podemos ir los tres, a él le encantará. A parte, en un par de semanas es su cumpleaños. Puedo ir y quedarme con ustedes por un mes, - una sonrisa de suplica se apodero de sus labios. - Y jamas regresar.

Le susurró en el oído. Le encantaría esa realidad. Una en la que pueda amanecer lado a su lindo azabache, desayunar en familia, convivir con su pequeño. En fin, todo le encantaría, pero no todo es posible.

- Antes que se me olvide, - hablo en bajo. Sasuke estaba más dormido que despierto. - Quiere una banda como la tuya para su cumpleaños, - soltó un bostezo. - Esa era mi condición.

Al momento se escucho un gran suspiro. Le costaría horrores conseguirla, aunque por algo era Hokage.

Problemas Familiares.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora