Evan es un chico de 17 años que vive con su familia en una casa normal. Asiste a el instituto Heavenly Lost, y esta en 2º de Bachillerato. Allí él es un estudiante modelo, inteligente, amistoso y respetuoso; en su casa es también un buen chico, ayuda a sus padres y a su hermana en todo, ordena lo que debe y nunca llega tarde a casa.
En un martes de invierno el estaba en clase mientras su profesora pasaba lista. Estaban todos, excepto Paco, un repetidor que nunca asistía a clase. Las clases fueron como siempre, ciertas asignaturas interesantes y otras no tanto.
Cuando volvía a casa, Evan encontró algo en el suelo, parecían unas tijeras oxidadas. Las ignoró completamente, poco después se encontró con Desiré, la chica con la que volvía siempre del instituto y de la que estaba enamorado.
Juntos volvieron a sus casas. En su casa Evan hizo lo de siempre, acabó los deberes, estudió un rato y jugó con su hermana pequeña a la consola. La tarde transcurrió con normalidad.
Al día siguiente se levantó, se preparó y acabo yendo a clase. En clase fue otro día normal, faltó Paco, y las clases fueron como siempre.
A la vuelta volvió a ver las tijeras oxidadas en medio de el camino y le pareció extraño, ya que los barrenderos debieron haber limpiado el día anterior. La calle estaba limpia, a excepción de la tijeras que ahí seguían. Evan las ignoro de nuevo.
Se encontró con Desiré otra vez, solo que esta vez un poco más cerca del instituto. Como cada día, volvieron juntos a casa.
Ese día en casa fue un poco extraño, sus padres no estaban y por ello Evan y su hermana tuvieron que hacer todas las tareas del hogar solos. Además de eso nada extraño ocurrió esa tarde. Cuando Evan se acostó se quedó pensando sobre las misteriosas tijeras oxidadas, tras pensar un momento en ello se durmió.
Al día siguiente fue al instituto prestando mucha atención al suelo para ver si las tijeras oxidadas seguían estando allí, pero no logró encontrarlas. Lleno de dudas fue al instituto. Las clases de nuevo fueron normales, a excepción de una cosa, no solo había faltado Paco ese día, sino que Desiré también.
Cuando las clases finalizaron volvió a casa, por el camino, para su asombro encontró de nuevo las tijeras oxidadas en el suelo. Mientras pensaba sobre que pasaba o no de repente escucho una voz femenina que le llamaba desde detrás. Era Desiré.
Evan le preguntó por que no había ido a clase ese día, pero ella le respondió que era un secreto y que no podría volver a acompañarlo de vuelta a casa, tras eso ella se fue. Evan volvió la cabeza disgustado para darse la vuelta e ir hacia su casa ya. Pero justo antes de irse vio algo que lo inquieto, o más bien no vio. Las tijeras oxidadas ya no estaban en el suelo, solo había apartado la vista de ellas unos minutos, mientras hablaba con Desiré, y ya no estaban.
Volvió a casa realmente confuso ese día. Cuando llego a casa y termino de hacer todo lo que debía se disponía a jugar a los videojuegos con su hermana de nuevo, pero no la encontró. Sus padres estaban en casa, les preguntó por su hermana, y la respuesta que le dieron le heló la sangre: "¿Hermana? Siempre has sido hijo único"
Tras esas palabras empezó a buscar por la casa cualquier cosa que probara la existencia de su amada hermanita. Pero no encontró nada, la habitación que antes pertenecía a su hermana era un almacén ahora, no quedaba ni rastro de ella.
Muy preocupado por lo que acababa de pasar, fue a casa de Desiré, "Al menos ella debe recordarla" se decía a si mismo mientras corría hacia allá.
Cuando llegó llamó a la puerta, pero nadie le abrió. Para sus sorpresa la puerta estaba abierta, por lo que entró con cuidado "¿Desiré? ¿Estás aquí?" decía mientras avanzaba por la casa a oscuras.
Cuando estaba entrando a la habitación que hasta ese momento el creía que era de Desiré, se llevo una terrible sorpresa. El cuerpo sin vida de su hermana estaba allí, sobre una pila de cadáveres de lo que parecían niños y adolescentes cortados. Se acerco al cuerpo sin vida de su hermana y lloró desconsoladamente.
De repente notó una mano húmeda en su hombro. Al darse la vuelta se encontró con Desiré, las tijeras oxidadas en la mano que estaban manchadas de sangre, como su ropa. Sus ojos eran terroríficos, ya no era la chica a la que Evan amaba. Ya solo era un monstruo.
En ese momento Evan entendió todo, dejó de tener miedo, se tumbo al lado de su hermana y, tras cerrar los ojos tristemente dijo: "Llévame con mi hermana"
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En los confines de mi mente
Kısa HikayeHistorias cortas sin relación entre ellas, para usar la inspiración en pequeños trabajos. Algunas seran divertidas, otras tristes, usare mis pensamientos sin sentido (o que no se como usar) por aquí. Cualquier parecido con personas reales es pura...