Best Friends

Capitulo Uno

Capitulo uno: Viaje, risas, buena música y acogedoras cabañas.

-¡Alex!-Escuche que mi mejor amigo me hablaba, estaba detrás mio llevando dos maletas.-¿Tienes todo?-Asentí, ya había repasado mi lista unas tres veces.

Felix y yo nos vamos de Vacaciones a la Playa, pero no cualquier playa, vamos a una playa especial que tenemos nosotros dos. Es una playa que se encuentra a unos kilómetros de una de las playas mas conocidas aquí en California. Es una pequeña playa privada de unos 70 metros con una pequeña cabaña en medio de la arena, frente al precioso mar de aguas cristalinas.

Claramente, arrendar esta cabaña es casi imposible, pero luego de mucho esfuerzo y dos años, logramos reservarla y arrendarla por tres meses. Y claramente bastante dinero que tardamos en ahorrar.

Esa es la razón por la que habíamos creado listas y llevábamos muchas maletas, equiparse para tres meses no es fácil.

Nuestros padres nos habían dado permiso, ya que Felix ya tenia sus 18 años, y yo los cumplía en estas Vacaciones.

Tenia que admitir que estaba muy emocionada, estar a solas con Felix tres meses solo disfrutando, como amigos, claro, no vayan a pensar mal.

Por mas que Felix me tratase como si fuera su novia, con abrazos, caricias, sin pasar de los besos en la mejilla y en la frente.

No somos mas que mejores amigos, ya que yo no siento nada hacia el y el no siente nada hacia mi.

Salí de mis pensamientos y me encontré a Felix intentando meter las maletas y los bolsos en el maletero, estaba con su típico rostro de frustrado y enojado.

Fui hacia el y tome sus manos.

-Felix, tranquilo.-Acaricie sus manos y el asintió.-Allá hay lavadora, no te preocupes.-Saque dos maletas que estaban a medio meter en el maletero, al azar. Y las lleve a la entrada de la casa de Felix.

-Pero Alex, esas son las tuyas.-Escuche que me decía desde fuera.

No importa, igual las polleras de Felix son largas, cómodas y grandes.

Abrí una maleta y de esta saque tres pantalones cortos junto a tres vaqueros de tres colores distintos. Todo lo que es traje de baño, ropa interior, toallas higiénicas y maquillaje esta en un bolso aparte que llevo conmigo.

Salí y le dije a Felix.

-Espero lleves muchas camisas y polleras.-El rió, sabiendo a lo que me refería y cerro el maletero, dio la vuelta al carro y me abrió la puerta del copiloto, le sonreí y subí.

Me espera un largo y entretenido viaje con mi mejor amigo.

[...]

When she was just a girl,
She expected the world,
But it flew away from her reach,
So she ran away in her sleep.

Dreamed of para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Every time she closed her eyes.

Coldplay sonaba a todo volumen por el carro, al igual que nuestras voces. Los dos teníamos un amor incondicional hacia Chris Martin y su banda.

Era nuestra banda favorita y no lo cambiaríamos por nada.

Seguimos cantando, o por lo menos Felix, ya que a mi canto no se le puede llamar canto, si no, parto de gallina.

La canción termino y me extendió su mano, yo la entrelace con la de el, los dos mirábamos hacia adelante, pero mire de reojo y pude ver la pequeña sonrisa que se colaba en sus preciosos labios.

La luna ya se podía apreciar a través de las montañas, pero el brillo del Sol aun no se iba, pero el sueño si llegaba y yo estaba muy cansada.

Mis ojos se cerraron por completo, hasta ver la plena oscuridad.

Pero la oscuridad jamas podía ser plena si mi mano estaba entrelazada con la de mi mejor amigo.

[...]

Mis ojos comenzaban a abrirse, pero los sentía pesados así que los volví a cerrar.

Lo primero que no sentí, fue la mano de Felix. Luego me di cuenta de que estaba en un lugar mucho mas cómodo que un carro.

Abrí los ojos, ahora mas rápido y me senté muy lentamente, en lo que al parecer, es una cama matrimonial.

Mire la habitación, una gran ventana a mi derecha con vista a la playa, estábamos en la cabaña. Busque indicios de Felix, pero solo estaban las maletas a un costado de la puerta.

Me di cuenta de que ya no traía los molestos vaqueros, y que solo andaba con una larga playera.

Pequeños detalles de Felix que enamoran, metafóricamente, claro, yo no estoy enamorada de el.

Me baje de la cama y me fui hacia la puerta.

La abrí y me encontré enseguida con unas preciosas escaleras que bajan en espiral a la primera planta.

La primera planta consistía en una pequeña sala, junto a una pequeña puerta que supongo el baño y la cocina abierta, en la que se encuentra Felix cocinando, es como si todo fuera una habitación dividida en partes, perfectamente decorada.

Las escaleras crujieron cuando iba bajando y eso causo que Felix notara que bajara y se diera vuelta permitiéndome ver lo cansado que su rostro demostraba.

Eso me hizo ver el reloj que estaba colgado en la pared.

3:56 AM.

-¡Pero Felix!-El bostezo y se tapo la boca con las dos manos.-¿Porque no estas durmiendo?-El apago la cocina en la que estaba cocinando unos espaguetis.

-Porque te conozco y sabia que ibas a despertar por hambre, así que te prepare algo.-Saco unos platos de la encimera. Mi boca formaba una perfecta O.-Ademas, no sabia si podía dormir contigo en la cama o dormir en el sofá, así que iba a dormir en el sofá de todas maneras.

-¡Felix!-Volvió a bostezar.

-¿Que?-Me pase las manos por la cara y me acerque a el y lo abrase.

-Obvio que puedes dormir conmigo.-Le dije envuelta por sus largos brazos.

-Esta bien, gracias.-Me dijo dándome un beso en la cabeza.-Ahora, se que tienes hambre, asi que siéntate a comer, esta vez los espaguetis me quedaron perfectos, al igual que tu.-Dijo el sonriendo.

-¿Como un espagueti?-Dije arruinando la magia, al mismo tiempo que reía, el tomo mi mano y me acerco a el.

-No, perfecta.-Me dio un beso en la frente y me extendió la silla para que me sentara.

Me senté a comer mientras el se sentaba en la otra silla y se comenzaba a quedar dormido sentado.

-Felix, anda a dormir.-El sacudió su cabeza.

-No, no, estoy bien.-Lo mire desafiante.-Te quiero esperar.

-Felix, cariño, estoy bien.-Tome su mano y la acaricie.

-Pero te espero arriba.-Asentí riéndome y soltando su mano.

El se dio vuelta y observe como caminaba encorvado por el cansancio, es demasiado tierno.

Comí rápido y lave el plato y la olla que utilizo Felix y me fui a la habitación.

Cuando llegue me encontré a Felix durmiendo, estaba muy cansado y se notaba. Me acerque despacio y me acosté junto a el.

Enseguida note su brazo rodear mi cintura y abrazarme como si no hubiese un mañana provocando que durmiera mucho mejor.