La palabra de Dios nos enseña que somos especial tesoro, (Malaquías 3:17)
únicas y de gran valor ante los ojos de Dios, somos la parte tierna, delicada aunque no débil, hermosa y dignas de cuidados, al referirnos a la hermosura no nos referimos a solo un parecer físico, de hecho por lo que hace a lo bello de la princesa de Dios, es su interior, esto implica la forma de ser, lo que se lleva en el corazón, la forma de pensar, de hablar, de actuar, de ser benignas, benevolentes, consideradas, solidarias, amorosas, sacrificadas, alegres, cordiales, atentas, entregada a honrar a su familia con amor.(Proverbios 31:21)
Sobre todo a permitir que la naturaleza del invaluable y más que dulce y limpio corazón de DIOS se establezca en nosotras, para ser limpias ante él como el cristal.
!valorate a ti misma para que los demas te valoren a ti!
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como una princesa
SpiritualSi tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. Cantares 1:8
