Ottokaji~

Capítulo 1.

~OTOKAJI~
Capítulo uno.

Sus somnolientos ojos aún no se acostumbraban a la luz que entraba por la ventana. Apagó la alarma que sonaba en forma insistente, dispuesta a seguir durmiendo por lo menos unos minutos más.
Se acomodó entre las sábanas, de manera que solo unos mechones rojizos eran visibles sobre la almohada.
Se removió un par de veces hasta encontrar la posición correcta, pero su subconsciente se negaba a dejar que volviera al mundo de los sueños.
Cerró sus ojos con fuerza, pero no era suficiente para recuperar el sueño perdido. Se giró para apoyar su espalda en la cama, observando el techo con desinterés.

- Mou~, odio la diferencia horaria... - Se giró una vez más, observando una habitación que definitivamente no era la suya.

- ¡Diferencia horaria! - Se levantó tan rápido que su rostro por poco termina contra el suelo. Recogió el despertador del suelo para saber la hora.

- ¡Voy a llegar tarde! - Buscó su ropa con desesperación antes de entrar al baño y cerrar la puerta de un golpe. - Apagué el despertador hace cinco minutos, como rayos me atrasé media hora-

Una vez vestida, cepilló su cabello mientras buscaba una carpeta. Fue entonces que notó el estado de su habitación. Cajas amontonadas justo en el medio dificultaban su búsqueda, incluso algunas de sus pertenencias estaban esparcidas en otros lugares.

-"Sé que llegué ayer, pero el orden no es lo mío" - El sonido de su despertador la desconcertó. - "¿Y ahora por qué suena?" - Lo recogió junto a su carpeta recién encontrada, solo para soltarlo una vez más.

-¡Media hora más!, Llegaré tarde - Tomó su cartera, esperando que sus llaves se encontraran dentro de ella, y salió corriendo de la habitación.

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Corrió con todas sus fuerzas hacia lo que sería su nueva universidad. Encontrar el metro había sido un desastre, sobre todo al enterarse que un bus la dejaba mucho más cerca y en menos tiempo.

Aumentó la velocidad, solo un poco más y lograría atravesar el campus. Mientras corría miraba en todas direcciones, ¿dónde estaría el auditorio? De pronto, chocó contra algo que la hizo perder el equilibrio, cayendo sobre el suelo.

- ¿Estás bien? - Al parecer ese algo era alguien, al ver una mano extendida frente a su rostro. Estuvo a punto de tomarla, cuando vio a lo lejos una inscripción que señalaba el auditorio.

- ¡Lo encontré! - Olvidando la ayuda del desconocido se levantó de un salto, comenzando a correr después de recoger las cosas que habían terminado en el suelo.

Por su parte, el chico de cabello castaño rojizo continuaba con su mano extendida, sin entender muy bien que había pasado. - ¿Estará bien? - Intentó seguirla con la mirada, pero no lograba encontrarla. Infló sus mejillas en un gesto infantil, pensando en la actitud de esa chica unos momentos antes. - Bueno, parece que no soy tan popular~-

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- Permiso... - En el instante en que abrió las puertas del auditorio sintió las miradas de todos sus ocupantes sobre ella. Acomodó su blusa color verde en un gesto nervioso, avanzando entre las filas hasta llegar al frente.

- Llegas tarde. - La mirada del que, supuso, sería uno de sus futuros profesores estaba fija sobre ella, indicándole con un gesto que se sentara. Así lo hizo, y cuando el profesor volvió a la explicación que había interrumpido se permitió observar su alrededor. Junto a ese profesor habían dos más, un hombre de edad avanzada y una mujer que no debía superar los 35 años. Además de ella, solo había 4 personas más escuchando las instrucciones.

- Como último punto, pero no menos importante, felicidades por ganar este proyecto. Esperamos que la estancia en esta universidad potencie las habilidades que los trajeron hasta aquí. Y recuerden, la puntualidad es una virtud.-