Estábamos acorralados detrás de una barra hecha de mármol usada como cobertura, con el arma en mano y recibiendo las balas de los moradores contra la barra y la pared del fondo, nos miramos y esperamos a que tuvieran que recargar para poder hacer algo cuando me levante para poder disparar lo primero con lo que me encuentro fue una bota militar que me pateaba la cara que del impacto me tiro al suelo reaccionando de inmediato le dispare a la canilla del morador haciendo que cayera y le lance un grito a mi compañero, cuando le disparó a la cabeza y dijo:
- con ese deben de haber unos tres o cuatro más intentando matarnos del otro lado
-jajaja estupendo...jamás creí que moriría a los 17 años...
- ¿y quién dice que lo harás chico?...
-vale... Podemos esperar a que se les acaben las balas?
- ¿y que lleguen más a intentar matarnos?...no es plan...
Esperamos nuevamente a que recargarán y saltamos la barra disparando contra ellos, cayeron tres, habían más de los que creíamos, parecía haber unos ocho, en lo que ellos estaban a cubierto y recargaban aprovechamos para correr, le dispare a una de las ventanas laterales mientras corríamos hacia ella y escapar saltando por la ventana; al caer rodamos con el impulso para levantarnos de golpe y comenzamos a correr por donde les quedará difícil seguirnos con vehículos entre callejones y edificios con paredes destruidas cuando logre ver el banco en el que estaban aquellos tigres y le grite "ahí...rápido!!!" agitado señalando el banco, al entrar le hice señas para que se agachara y me siguiera, subimos por las escaleras de mármol y con unos escritorios que se encontraban a la mano improvisamos una cobertura, nos sentamos cuando de un golpe seco se abren las puertas de cristal golpeando las columnas de mármol pulido, nos quedamos quietos, me quede con la vista clavada en un solo punto intentando agudizar los oídos tratando de saber que era lo que estaba pasando pero no se escucho nada; me arrastre hasta el borde del último escalón para poder ver entre los travesaños lo que sucedía pero solo estaban ahí, quietos, mirando frente a ellos, callados y quietos como cuando aparece un dinosaurio en las películas; después de un largo silencio y ningún movimiento solo cerraron las puertas y se marcharon, sentía el corazón en la garganta latiendo fuerte y rápidamente hasta que finalmente pude respirar y recobrar el sentido.
-¿ Estás bien chico?- me dijo mientras se incorporaba y me extendía la mano.
- Si... Eso creo...
- ¿ Por qué se habrán ido así los moradores?
- mira desde aquí hacia abajo y te darás cuenta del porque, son salvajes...pero siguen siendo humanos
Me hizo caso y se apoyó en uno de los escritorios y al mirar hacia abajo queda boquiabierto.
-Tigres...¿ya los habías visto, verdad? Por eso nos trajiste aquí...
- Si...había pasado una noche aquí, supuse que si entraban a la fuerza y con escándalo los tigres los atacarían y sino ellos a los tigres y tendríamos tiempo de escapar.
Se quedo observando los tigres y después de un rato finalmente me extendió la mano y dijo:
-Robert...
- Nathan- dije mientras le devolvía el apretón
Se quitó el gorro que llevaba y se sacudió un poco la cara, un hombre alto de hombros anchos, barba abundante y enredada, el cabello oscuro pero arreglado, maduro con unas pocas arrugas debajo de los ojos y en la frente, ojos oscuros y cejas pobladas, se quitó la chaqueta y se recostó sobre ella a dormir un rato mientras yo me quede viendo los tigres saltar y moverse; después de lo que pareció una hora las puertas comenzaron a ser golpeadas otra vez pero al abrirse de golpe me di cuenta de que no eran los moradores, 5 militares armados entraron apuntando listos para matar y comenzaron a disparar contra los tigres matándolos a todos al final, para cuando dejaron de apretar los gatillos y pararan de caer casquillos al suelo solo Robert estaba paralizado mirando el techo y se escucho una voz diciendo "vamos a despejar el siguiente edificio". Salimos corriendo después de esperar unos minutos a que los disparos se alejaran, Robert tomó la delantera mientras yo lo seguía corriendo a todo lo que mi cuerpo cansado me permitía; atravesamos callejones y puertas, saltamos vallas y otras las pasábamos por abajo pero cuando íbamos a salir de un restaurante por la puerta trasera que daba a un callejón me detuvo y me señaló la puerta haciendo señas para que escuchara, apoye la oreja en la puerta y del otro lado se escuchaba una voz a través de un walkie-talkie...sacamos las pistolas y apuntamos a lo que creíamos la altura de la cabeza para salir,esta vez yo hice la cuenta regresiva pero al salir no vimos a nadie, pero, al darnos la vuelta vimos un oso pardo comiendo las tripas del cadáver de un militar y sin pensarlo dos veces dimos vuelta y nos fuimos hacia el otro lado. Seguimos caminando y caminando hasta llegar a unas bodegas
-Nate...entra a esta bodega...si no llego en cinco minutos o el que entra por esa puerta no soy yo, corre...yo voy hasta la bodega 27 por la camioneta, yo voy a golpear la puerta dos veces seguidas, espacio y tres más seguidas...entendido?
Asentí con la cabeza aunque estaba perdido...
-Bien, ya vuelvo...
Cerró la puerta tras el, comencé a observar lo que había en las cajas, parecía todo ser ropa vieja y libros con el lomo dañado o sin portada. Esperaba trepando cajas y muebles amontonados en una esquina, al llegar a lo más alto me senté y recosté contra la pared, coloque mis manos detrás del cuello para relajarme más y poco a poco me escurrí hasta acomodarme cuando un estruendo sonó a lo lejos; de un momento a otro hubo silencio y descendí para acercarme a la puerta, comenzaron a sonar disparos incesantes así que me acerqué y pegue el odio a la puerta de la bodega para escuchar que pasaba entonces escuche un auto acercándose y por cómo sonaba se acercaba bastante rápido así que salte hacia mi izquierda y la puerta cayó de un solo golpe mientras por encima seguía entrando una camioneta roja, al frenar se abre la puerta del copiloto y Robert me grita "SUBE AHORA!!!". Da marcha atrás y por el retrovisor veo militares que disparar mientras se acercan a nosotros lentamente como si estuvieran dispuestos a todo pero al salir de la bodega Robert sigue conduciendo en reversa para intentar atropellarlos y consigue derribar a 3 de 6 que había, hace el cambio de reversa a primera y acelera todo lo que la camioneta le permite, al ir hacia a delante intenta atropellar a los tres que le faltaron pero lo que hace es derribar una verja y los deja atrás.
