-¿Dónde esta el chico rebelde que se enamora de tu timidez, ama cuando te sonrojas y quiere cuidarte de todo el mundo?
-¿Te digo donde? En los libros
-Anónimo.Capítulo 1.
Estaba muy nerviosa. Incluso podría decir que temblando.
Voltee al frente para ver la hora en el reloj que tenía colgado en la pared justo en frente de mi cama.
11:03 p.m.
Taylor había dicho que vendría por mí a las 11:00, supongo que tampoco era tan literal el recogerme a esa hora exacta.
Jugueteaba con mi teléfono en mis manos, lo único que deseaba era que ya llegara, o que simplemente no lo hiciera. Si llegaba, iba a acabar por fin con este nerviosismo que viajaba por mi cuerpo con total libertad en caso de que mis padres llegaran a descubrirme. Y si no lo hacía, el lunes simplemente seguiría con mi vida de siempre, haría como que no lo conozco, que jamás me invito a salir con él. Y lo mas importante, que jamás acepte ir.
Sí, eso haría.
La vibración de mi teléfono me saco de mis pensamientos. Era un mensaje.
Estoy esperando afuera.
-Tay;)Suspire.
Me dirigí a la ventana de mi habitación, y lo vi.
Hay estaba, en su motocicleta, no estaba segura, pero parecía que era una diferente a la que normalmente se llevaba a la escuela. Abrí la ventana y el frío viento acarició mi tibia piel provocando escalofríos por toda mi espina dorsal, y, además, causando que algunos cabellos rebeldes viajaran a mi rostro los cuales puse detrás de mi oreja con mi mano izquierda. Cerré los ojos y tome una respiración profunda. Abrí mis ojos de nuevo y ahora ya no estaba en la moto, se había bajado, y caminaba a paso lento hacia la parte delantera de mi casa.
En su rostro estaba impresa una sonrisa que estaba segura, solo el podía hacer, no mostraba sus dientes, solamente sus carnosos labios formaban una traviesa sonrisa.
Con cuidado salí por la ventana de mi habitación con la mirada de Taylor en mí. Extrañamente usaba unos lentes de oscuros, a pesar de la hora.
Luego solo salte.
La altura era poca, además de que yo era bastante alta. No debía doler demasiado, ¿cierto?
Caí en el césped que se encontraba en la parte delantera de mi casa con un golpe sordo, de inmediato Taylor se acercó y me ayudo a levantarme del suelo.
-¡Auch! -Me queje.
-¡Quién lo diría!, tienes agallas. -Dijo Taylor en tono divertido al mismo tiempo que me ayudaba a levantarme.
-¿Gracias?.
Me sacudí un poco las piernas debido a la caída.
Comenzó a dirigirse a su motocicleta, pero me quede parada donde estaba, estaba nerviosa, no estaba segura de lo que debía hacer, además de que siempre era muy torpe.
-¿No vendrás? -pregunto volteando su cabeza hacia donde yo estaba.
-Yo... Claro, lo siento. -respondí algo temerosa.

ESTÁS LEYENDO
I Knew You Were Trouble
Teen FictionY fue en ese momento cuando me di cuenta de lo que había hecho. Fuiste el mejor peor error que cometí.