Se mi cenicienta

Cuando la chica buena decide ser mala...

Emma se sienta frente al computador. Se coloca los auriculares y da aceptar a la video llamada de su mejor amigo. Él la notó extraña y por eso decidió que debía verla, aunque sea a través de la pantalla, para asegurarse de que ella está bien.

- ¿Lloraste? - es lo primero que pregunta cuando su amiga aparece.

- ¿Tanto se nota? - dice la chica castaña, quien tiene los ojos hinchados y rojos por haber llorado media hora.

- ¡Cómo no se va a notar! ¡Si tus ojos parecen tomates! - intenta animarla- ¿Qué pasó esta vez?

- ¿Qué más va a pasar? – la amargura es evidente en su voz - No puedo creer que sea tan tonta- rompe en llanto nuevamente.

- No quiero ser el que meta el dedo en la herida Emma, pero te lo dije- responde su amigo, sintiéndose mal de verla así.

- Siempre es lo mismo. De verdad que no aprendo de mis errores- limpia sus ojos con las mangas de su ropa de dormir- No entiendo porque esos idiotas me escogen a mí para realizar sus estúpidas apuestas, primero fue Tyson, la anterior fue Robin, esta es Sean, ¿quién sigue? ¿Jacob? - más llanto.

- ¿Nuevamente la misma apuesta? - dice él enojado, no le gusta ver a su amiga así, y menos por culpa de un montón de idiotas que creen que por ser populares pueden jugar con los sentimientos de una persona- ¿Cómo te enteraste?

- ¿De verdad me lo estás preguntando? – mira al cielo, poniendo los ojos en blanco.

- ¿Elle? - dice con una mueca de enfado, apretando los puños, esa chica no ha hecho más que burlarse de Emma y molestarla los últimos años.

- ¿Y tú que crees? No recuerdo haberle hecho algo para que se comporte de esa manera conmigo, parece que su misión es hacerme la vida imposible.

- ¿Cómo te lo dijo? ¿Cómo si lo hubiera hecho por error?

- Ella no sería así de buena conmigo, me lo dijo directamente, mirándome a los ojos y riendo. El imbécil de Sean apostó con ella que era capaz de enamorarme- dice llorando nuevamente, haciendo que sus ojos que son de un café claro se vuelvan de un tono miel.

- Lo hace solo para verte mal, pero no le tienes que dar ese gusto.

- Pero no es su culpa, es mía, por confiar en las personas y enamorarme fácilmente, pero te juro que después de hoy nunca más me volveré a enamorar.

- Eso ni tú te lo crees linda- dice su amigo con voz dulce, la ha escuchado repetir esas palabras tantas veces.

- Lo digo en serio, te apuesto lo que sea a que jamás me volverá a pasar- su mirada es decidida.

- ¿Y cómo piensas demostrármelo?

- Dime tú. ¡Acepto lo que sea!

- ¿Lo que sea? - pregunta serio.

- Sí, lo que sea.

- ¿Crees acaso, que serías capaz de enamorar a un chico, sin enamorarte tu primero? – mantiene su rostro serio.

- Estoy cien por ciento segura.

- ¡Entonces, tendrás que enamorar a un chico del instituto, pero no debes enamorarte tú y después le romperás el corazón! – anuncia.

- Puedo hacerlo, así les demostraré a esos idiotas, que nadie se mete conmigo.

- Bien, si tú ganas, te compraré toda la ropa que quieras en tus tiendas favoritas- dice él, conoce como le encanta a la chica hacer compras, sobre todo de las marcas le gustan, si hay alguien que sabe de ropa, es Emma, aunque toda la que tiene en su armario no es de su talla, sino más grande, algo que le frustra de sobremanera, porque si ella quisiera se vería como una diosa a diario.

- De acuerdo, y si tú ganas, te regalo todos mis CDs de tus bandas favoritas- dice ella, desde pequeña ha pasado gran parte de su vida, coleccionándolos, y tiene varios que a su amigo le encantan, entre su amplia colección.

- Me parece justo, la apuesta comenzará desde mañana y tendrás que robarle el corazón al chico que yo elija.

- Está bien, y ¿a quién debo enamorar? - pregunta con una sonrisa.

- Jacob Miller- dice su amigo. Ve como la castaña se muerde el labio, no está tan segura de que vaya a ser fácil ganar, porque Jacob al ser el galán del instituto debe tener a millones de chicas tras él y mucho mejores que ella, sin embargo, acepta la apuesta.

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- No puedo creer que esa tonta haya caído de nuevo- dice la rubia, que cada vez está más cerca de él, por alguna extraña razón Elle desde hace algunas semanas se ha estado comportando más atenta y melosa con él.

- Sí, ha caído como siempre- dice Sean sin una pizca de remordimiento. Es otro de los chicos del grupo, nuevamente están hablando de una de sus apuestas o juegos, él no sabe de qué, ni de quién se trata esta vez. Hace mucho tiempo decidió mantenerse alejado de eso, no estaba de acuerdo con lo que hacían sus amigos.

- De inteligente tal vez lo tenga en el instituto, porque en realidad esa boba no se da cuenta de que alguien como nosotros jamás la va a ver de otra manera- dice Tyson riendo.

- ¿De quién hablan? – llega Roberta.

- ¡De que Emma cayó de nuevo! - habla Robin, su voz es neutra, no tiene ese toque de malicia.

- ¿Emma Hamilton? - pregunta Jacob, que hasta ese momento se había mantenido al margen de la conversación.

- Si, la castaña que va un año menos que nosotros, La primera de clase, un fastidio desde que éramos niñas- dice Roberta, ellas son compañeras. Está en su grupo, aunque sea un año menor a todos ellos, solo porque es una fiel seguidora de Elle.

- ¿Qué les hizo esa pobre chica para que ustedes jueguen así con sus sentimientos? - pregunta irritado, recuerda haberla visto por el instituto. Es alta, no más que él, cabello castaño largo, casi hasta la cintura, ojos de color café claro y usa unos lentes de marco rosa. Siempre va bien vestida, pero con ropa que le queda bastante grande. Es muy linda, con su cara siempre natural, sin una pizca de maquillaje. Nunca ha hablado con ella.

- Nada, pero es divertido ver la cara que pone cada vez que uno de nuestros chicos la utiliza- dice Elle riendo, pero se detiene cuando nota la mueca de disgusto que tiene Jacob. Desde hace unas semanas ella decidió que lo quiere, pero no como un amigo, sino para algo más, no cosas buenas, eso seguro - ¡No me digas que la vas a defender!

- Claro que lo voy a hacer, ella es una buena chica, que no les ha hecho nada, y ustedes se burlan de ella porque sí- dice molesto. Jamás le ha parecido que esos chicos, a quienes llama sus amigos, jueguen así con los sentimientos de una persona. Muchas veces ha pensado en rodearse de gente nueva, pero gracias a los de su grupo, nadie le toma en serio en el instituto, todos creen que es igual que ellos.

- Es que es divertido- dice Sean riendo- Deberías intentarlo, después de todo, no es tan difícil enamorar a Emma Hamilton.

- ¡Si! - le apoya Tyson- ¿Qué opinas hermano? No quieres apostar que tú logras enamorarla en menos tiempo de lo que nosotros pudimos.

- ¡Jamás haría algo así! - contesta enfadado- Eso es jugar con las personas, no caería tan bajo- entonces se levanta y se aleja del grupo. Estos chicos le están hartando con su inmadurez.

N/A: 

Hola a todos, les subo este capítulo corregido. Espero que lo disfruten. Y si es la primera vez que leen esta historia ojalá les guste.

Los quiero.

Besos,

Ana Pau