Me desperté al sentir gritos provenientes de la cabaña de Ares, supuse que los Stoll lograron hacer la broma que tanto anhelaban.
Me duché, y me puse un short negro, junto con la remera del campamento y mis Vans. Tomé los regalos que me dio mi padre y salí de la cabaña sin que me vieran, quería ir a un lugar solitario, quería estar sola.
Llegué a un bosque, donde no vi a nadie, y decidí sentarme debajo de un árbol. Tomé la carta y el cofre con la llave. Escogí abrir primero la carta, que decía:
Querida Hope, el día que leas esto, estoy segura que será un día en el que te sientas sola. Nunca mas te sientas así, por favor hermana.
En este momento yo estoy escribiendote porque me iré al inframundo, ya no soporto todo lo que me dicen en el colegio, en la calle, no lo soporto. Quiero estar en algún lugar donde pueda cuidarte a ti y papá sin molestar. Quiero dejar de ser un problema para mis compañeros. - Para este momento las lágrimas ya estaban recorriendo mis mejillas.- Lo siento mucho Hope, yo te amo, y estoy segura que sabrás cuidarte sin mí. Sé lo mucho que sufres en el colegio, y que tu única compañía soy yo, pero no puedo más. Te amo, y nunca sigas mis pasos, por más triste que estés, no te rindas, ve por tus sueños, gritale al mundo quién eres, y sé feliz.
Cerré la carta, y dejé que las lágrimas cayeran. Mi hermana venia siempre con una sonrisa en el rostro, nunca creí que debajo de esa sonrisa se escondía una chica la cuál sufría bullying.
Dejé a un lado la carta, y tomé el cofre acompañado con la llave, lo abrí, y vi un hermoso brazalete negro, con plateado, me lo puse en la muñeca y escuché la voz de un chico decir
-Así que hija de Hecate, ¿Eh?-
Me sobresalté, y me di cuenta que Nico Di Angelo estaba observándome apoyado en un árbol. ¿Me vió llorar? Dioses.
-¿A que te refieres?- Pregunté
Señaló mas arriba de mi cabeza, miré y había un simbolo extraño, que según habia leído se relacionaba con la magia, intenté tocarlo, pero desapareció
-¿Que ha sido eso?- Pregunté, una vez más
-Tu madre te ha reconocido.-Respondió acercandose a mi, y sentandose en un árbol frente a mi. -Oye, perdón por desaparecer anoche.
-No importa...¿Me seguiste desde que salí de la cabaña?
-No, solo estuve caminando por el bosque en busca de un lugar alejado, y te encontré aquí, y quería pedirte perdón, pero te vi llorando...¿Puedo saber por qué?
-No te incumbe, Di Angelo.-Respondí cortante. No sé por qué actúe así, pero no quería contarle un secreto como el de mi hermana a un chico al que no conocía.
Este hizo una mueca y se desvaneció por segunda vez.
«Hija de Hecate» Retumbó su voz en mi cabeza.
Toqué mi brazalete, y este se convirtió en espada, me Asusté, y salí corriendo a la cabaña donde se encontraba Quirón.
-¡Hope! ¿Que tal va tu segundo día? -Dijo El centauro
-Espada, hecate, brazalete.-Respondí agitada
Le expliqué bien lo que había pasado, pero me salté la parte donde hablé con Nico y la parte de la carta, no necesitaba detalles.
Quiron me dijo que vaya a la cabaña de Hecate y me ''Mude'' allí, y eso hice. La lider de la cabaña, Lou Ellen era muy buena con todos, me agradaba esra cabaña, aun que estaba más cerca de la de Nico, eso me incomodaba. Nico en sí, me incomodaba.
Luego del almuerzo, Percy me dijo que podía practicar con la espada con él, y eso hice, solo que no tuve en cuenta en que Nico podía estar ahí.
Percy nos hizo pelear.
Tomé mi espada, y Nico la suya. Nuestras espadas chocaban, él era muy bueno con la suya, pero yo recién empezaba, se escuchaban choques de espadas, y a Percy gritando ¡UH! ¡AH! Y cosas así que no ayudaban mucho. Yo estaba tomando la delantera, cuándo en un movimiento inesperado Nico me acorrala contra la pared, apuntandome con la espada.
¡UH! ¡NICO TE ACABÓ! ¡TU PUEDES NICKS! Se escuchaba a Percy, Nico no le hizo caso y guardó su espada, yo le imité el gesto y Percy me sonrió en forma "Vas bien con la espada."
El ojiverde miró afuera y vió a una Annabeth furiosa, decidió ir a verla, dejandome a solas con Nico
-Luchas bien.- Afirmé.
Desearía no tener que admitirlo, pero es la verdad aunque me cueste creerlo.
-Tu igual...Oye, ¿Quieres ir al lago?-Preguntó Nico.
Asentí con la cabeza, y nos pusimos en marcha
Ya en el lago, estuvimos charlando un tiempo, Nico me contó sobre su hermana romana Hazel, y su hermana Bianca, que murió hace unos años atrás.
-¿Me contarás sobre la carta por la que lloraste?
Suspiré.-Fue...Fue mi hermana, ella se suicidó cuando yo era pequeña, la carta que me dejó...Bueno.-Mis ojos estaban a punto de largar las lágrimas, al parecer Nico lo notó, porque me hizo una señal para que me calle y me tomó de la mano. Esta era fría, se sentía como si tocaras un esqueleto, pero no me importó. El hijo de Hades me secó las lágrimas que cayeron, fué un momento inigualable. Ver a Nico así no es común, segun Percy era muy antisocial, y nunca demostraba sus emociones.
La campana de la cena sonó, mas ninguno de los dos tenía hambre, y decidimos quedarnos allí un rato más.
Luego de un minuto escuchamos la risa de Annabeth y Percy. Miramos escondidos entre los árboles, parecían estar muy enamorados. Miré a Nico y vi en sus ojos tristezam decepción.
-¿Por qué tan roto?- Pregunté
Este se quedó callado. Al parecer mi habilidad por distinguir emociones ocultas iba mejorando, notaba en los oscuros ojos de Nico que estaba roto, necesitaba amor, amigos.
Este solo me miró sorprendido, y me explicó lo que sentía por Percy, lo llamó "Algo complicado, no es amor, pero no tengo en claro mis sentimientos con él."
Luego de un rato decidimos ir a nuestras respectivas cabañas. Me levanté rápido, no tengo en claro el por qué lo hice, pero al levantarme mi vista se comenzó a nublar, me sentía acalorada, me dolía la cabeza. Al parecer Nico lo notó, porque al verme así me tomo entre sus brazos, y nos desvanecimos en las sombras.
