We Have It All |Zerrie|

Capítulo#3: Un viaje al Hospital, y un Mal Presentimiento

-Hey- murmuro Zayn al entrar a la cocina

-Ya calmaste tu carácter, o sigues molesto por nada?- pregunte

El se acerco a mi con arrepentimiento en la mirada

-Perdón- susurro mientras me rodeaba con sus brazos.-perdón, perdón, perdón, perdón; joder lo lamento muchísimo; fui un idiota, un insensible y un mal esposo y un mal padre también, perdón

Apoye mi mejilla en su pecho y suspiré

-Eres un idiota a veces, pero eres mí idiota

-Jodidamente cierto

-Pero, no te voy a perdonar

-Que? Pero yo creí que...

-Nada- lo corte haciendo que se callara.-esto es lo que va a pasar, vas a decirme porque fuiste un idiota y luego, tal vez, y solo tal vez. Te perdone- afirme

El gruño

-Eso no es justo

-La vida no es justa

-Eso lo sacaste de una película

- Lo sé

-Y si te digo que te amo, mucho y te ruego?

-Eso no funciono la ultima vez, de todas maneras incendiaste la cocina de nuevo

-Eso paso solo una vez!

-Da lo mismo, yo tengo el divino poder del perdón en mis manos y te voy a chantajear si quiero

-Eres cruel

-Quieres que te perdone o no?

-Que molesta eres

-Pareces un niño pequeño, solo dime lo que paso

-Discutí con mi padre y me quede cabreado, bien?

-Bien, quieres hablar de eso?

-No- gruño

Últimamente, la relación entre Zayn y su padre no era la mejor. Zayn nunca me conto porque su relación era mala, pero sé que era lo suficientemente mala para que casi no se hablen

Suspire mientras veía la ira desaparecer de a pocos de su rostro

-Mamá!- escuche el lloriqueo de Aiden desde el jardín

Esperen

Lloriqueo? Mi hijo no hace lloriqueos

Me dirigí con velocidad hacia él y lleve mi mano hacia mi boca al ver su cara llena de sangre

+

Mi hijo se abrazaba a mi mientras lloraba y yo acariciaba su cabellera negra

-Puntadas?- preguntó Zayn con horror ante las palabras de la doctora

Ella asintió

-La herida de Aiden es profunda, su labio se reventó y esta partido; no dejará de sangrar a menos que le pongamos un freno con unas puntadas

-Cuantas?- pregunte

-Unas 3 o 4- respondió la doctora y suspire

-Bien- murmuré

Ella asintió y se retiró

-No debí haberlo dejado jugar sabiendo que el piso estaba resbaloso- dije

Me sentía como mierda, una mierda de madre, y aun peor escuchando a mi hijo sollozar y estremecerse de dolor mientras se aferraba a mi y manchaba de sangre mi blusa