31 de Diciembre de 1952
23:58Es Nochevieja en la capital inglesa. La alegría reina en las calles, todas ellas plagadas de gente, los hombres con sus sombreros de copa, las mujeres con sus fastuosos vestidos y los niños corriendo y jugando unos con otros. Todos felices, todos cantando... excepto un hombre. Caminaba a paso ligero, apartando a toda la gente que se entrometiera en su camino. Portaba un sombrero negro y una gabardina del mismo color, hecha girones y con alguna que otra mancha de color oscuro, difíciles de apreciar con una rápida mirada. Pasó cerca del Big Ben aunque sin detenerse a contemplarlo. Unos diez metros más allá, torció a la izquierda, dejando detrás suya el gran reloj de Londres que en pocos minutos anunciaría la llegada de un nuevo año. Un año que para muchos estaría plagado de sucesos, y no especialmente buenos. El hombre bajó unas escaleras que se encontraban tras una serie de antiguos edificios, muy compactos entre ellos, a las cuales se podía acdecer una vez cruzada una estrecha y sinuosa calle. Al bajar las escaleras llegó a una pequeña explanada, situada en la orilla de un pequeño río, bajo un puente. Lo que al extraño hombre le esperaba era estremecedor. En la orilla del río había una joven muchacha, moribunda, con la ropa hecha trizas, sollozando, mientras uno de sus voluminosos pechos se asomaba por su desgarrada camisa. Sin embargo el hombre no gesticuló ni realizó una mueca de asco, sino que destapó una leve sonrisa de entre el ala de su sombrero. Se acercó a la joven, y agachándose junto a ella, comenzó a acariciarla con odio. Le dio un apasionado beso en los labios que la muchacha intentó evitar, cosa que le hizo recibir una fuerte bofetada en una de sus mejillas, sonrosadas ya por la fuerte paliza que había sufrido. Su acompañante se levantó, sacando de algún bolsillo interior de su gabardina un afilado cuchillo. Se puso de cuclillas y comenzó a propinarle violentas cuchilladas a la joven por todo el cuerpo. Cuando hubo acabado, su chaqueta se había llenado de más manchas oscuras, aunque estas últimas ya se podían diferenciar con claridad. "¡Ding Dong!", pronunciaba el Big Ben a lo lejos envolviendo con alegría el tétrico escenario.
- Feliz año nuevo querida - dijo el hombre dirigiéndose al cadaver de la joven - Feliz año nuevo.
"¡Ding Dong!", pronunciaba él Big Ben a lo lejos.
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1953
Mystery / ThrillerLondres, año 1953. Un brutal y despiadado asesino va matando sin escrúpulos donde, como y cuando le resulta oportuno, sembrando así el caos en la ciudad. El detective Jacob Price, alcohólico y mujeriego empedernido, es el encargado de descubrir al r...