Cartas a Ana

1.

Querido, John
Te escribo esto porque, a). No te he escrito en mucho tiempo y, b). Estoy enamorada.
Estoy enamorada de una chica, se llama Ana Maria, pero odia que le digan Ana Maria, así que la tengo en mis contactos como Ana.
Nos conocimos en una aplicación de celular, se llama Tinder. Creo que la conoces, te pillé en estos días por ahí, pillo loco.
Empezamos a hablar normal, como dos personas que se acaban de conocer. Quizás todo empezó cuando le dije que era muy bonita y ella me devolvió el elogio. ¿Qué puedo decirte? No hay mujer que se resista a un "eres muy bonita", ni siquiera yo me salvo.
En fin, ¿qué más te puedo contar de ella? Es hermosa sin siquiera intentarlo. Se mantiene cambiando su foto de WhatsApp a cada rato y te lo juro, cada foto me hace enamorar más de ella.
Es inteligente. Una mujer inteligente gana donde sea. Es juiciosa y te lo tengo que confesar: una mujer juiciosa, inteligente y hermosa me hace enamorar hasta más no poder.
Ella sabe que me gusta. Más que eso, ella sabe que mantengo enamorada de ella. Un día se lo confesé a ella. ¿Sabes lo que me respondió? "Yo ya estoy es tragada de usted". Ay, hombre, lo que me produce esta mujer...
Y es irónico porque apenas nos conocemos, pero así es el amor: loco, y te vuelve loco.
Anoche se lo confesé a una amiga. "¿Cómo sabes si es amor si la acabas de conocer?". No lo sé, y no quiero saberlo, simplemente la quiero y ya, la quiero para mí, la quiero mañana, la quiero ayer y la quiero para envejecer juntos, aunque suene precipitado.