El regreso del Gran Prusia~

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-¡Bien! ¡Comencemos con la conferencia mundial! -gritó animadamente un chico alto, rubio, vestido con traje de aviador y lentes, mientras golpeaba la ovalada mesa de madera que se encontraba en aquella sala-. ¡Hoy estamos aquí para tratar el tema que dejamos pendiente en la reunión pasada!... y la anterior... y la anterior... y la anterior a esa -agregó, con un aura más desanimada alrededor, de la cual se deshizo rápidamente. Los héroes no se desaniman después de todo, y Estados Unidos de América era TODO un héroe.- ¡La crisis mundial! ¡Demos todos nuestras opiniones! ¡Pero primero yo, porque SOY EL HÉROE! -exclamó con demasiado animo, mientras la mayoría lo veía con molestia, la minoría con aburrimiento, y el resto ni siquiera le prestaba atención- ¡Mi solución es sencilla y sumamente efectiva!...

-¡No construiremos un robot especializado para restablecer la economía, ni un héroe gigante que regale dinero a las personas, ni tomar la economía extraterrestre de ese "amiguito" tuyo! -interrumpió otro rubio, de cabellos enmarañados y cejas pobladas, vestido con un traje color marrón y una taza de té frente a él.- ¡Ya te hemos dicho que esas cosas no funcionan, idiota! ¡Deja de sugerirlas!

-¡Pero Inglaterra! ¡No sabremos si no funcionan a menos que lo intentemos! -dijo la nación del norte de América, encaprichado-. ¡Vamos! ¿Cuántas veces las ideas del héroe los han salvado a todos?

-Salvado hasta que a ti se te ocurre cobrarnos, y tus cobros son peores que tus ayudas -se hizo oír una voz afrancesada y elegante: un rubio de cabellos hasta los hombros y barba de unos cuantos días hacía gestos algo exagerados mientras daba su punto de vista-. ¡La última vez casi debo vestirme como Inglaterra por culpa del dinero que tuve que devolverte! ¡Eso no es para nada elegante, mon petit Amérique!

-Shut up, frog! ¡¿Quién diablos querría vestirse con tu ropa de niñita?! Mi vestimenta es digna de un caballero -agregó con tono caballeroso, para darle más intención a la oración.

-Un caballero con muy mal gusto, Angleterre -la mirada del galo era de puro asco hacia la ropa del inglés-. Demostrando que no sólo tu comida es horrible, sino también tu vestuario da asco.

-Repite eso, bloody bastard -masculló la nación de ojos verdes con un aura asesina apareciendo a su alrededor.

Unas sillas más lejos, un muchacho de cabello castaño, ojos verdes, y un extraño rulo en su cabeza, se encontraba de brazos cruzados y con el ceño fruncido, intentando contenerse para no dejar medio muerto al español a su lado que no paraba de picar su mejilla...

-¡Bastardo, deja de tocarme, maldición! -...pero no aguantó mucho más. Italia Romano no era conocido por su paciencia realmente.- ¡¿Podría tu diminuto cerebro intentar prestar algo de atención?! ¡Esta reunión se trata sobre ti también, idiota! ¡Tú también estás en crisis!

-Fusososo~ ¡Roma se preocupa por mi! -sonrió ampliamente el mayor, mientras la nación perteneciente al sur de Italia se sonrojaba con agresividad-. ¡Eso me hace tan feliz! -chilló, abalanzándose sobre su ex subordinado.

-¡¿D-De que hablas, maldición?! ¡Y-Yo no me preocupo por ti, bastardo!

-Tsk, esta crisis, como que, no es para nada genial, ¿no lo crees, Liet? -comentaba otro rubio de ojos verdes, vestido con un suerter amarillo y falda roja. Y ante cualquier duda, no, no era una chica-. ¡No pude comprar pintura rosa para mi casa! Eso es, como que ¡obviamente malo! ¡Las paredes comenzaron de despintarse y no queda bien, en absoluto!

Pero el castaño al que le hablaba no le prestaba demasiada atención. Al parecer, estaba demasiado ocupado suspirando por una chica unas sillas más lejos de él, de cabellos claros y vestido azul, que a su vez suspiraba por otro chico, su hermano mayor para ser más específicos, quien solamente sonreía.

El regreso del Gran Prusia (One-shot/Hetalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora