Te dejé ir - One shot (Staxxby) #SalseoAwards

Te dejé ir

Recuerdo ese día como si fuera ayer. Empiezo a pensar que estoy condenado a hacerlo, ya que cambió mi vida para siempre. Nunca podré olvidar lo que sentí...

Era un día como otro cualquiera, o eso pensaba yo. Estaba tumbado en mi cama mientras escuchaba música, cuando mi móvil empezó a sonar. Era mi novio Alejandro (o Alex como yo prefería llamarle)

-Frank, necesito verte.- dijo con tono serio

-Cuando tú quieras.- respondí felizmente

-¿Puede ser ahora?.-preguntó

-Claro que sí.

-En 5 minutos estoy en tu casa.

Y colgó la llamada. Me pareció muy extraño su comportamiento, su tono de voz sonaba diferente. Me preparé para su llegada, me intrigaba lo que vendría a decirme. Cuando me quise dar cuenta ya estaban llamando a la puerta.

-Frank, soy yo Alex.- gritó desde el otro lado

Le abrí, y cuando le fui a abrazar se apartó, se echo ligeramente hacia atrás, dejándome a mí con los brazos extendidos y con una mueca de tristeza

-Tenemos que hablar.-dijo con el mismo tono de antes

-Vale, pero ¿por qué has hecho eso?.-pregunté

No me respondió, pasó hasta mi habitación ya se sabía el camino de memoria. Al llegar allí se sentó sobre la cama y me indicó que hiciese lo mismo. Una vez sentados me miró seriamente y comenzó a hablar. Me imaginaba lo peor que quería terminar nuestra relación, pensé que se habría cansado de mí y que había encontrado a otro.

-Frank, ¿me estás escuchando?.-preguntó sacándome de mis pensamientos

-No, lo siento.

-Como te decía antes, me ... tengo... que... mudar.- balbuceó

-¿Adónde?.-dije impactado

-Al extranjero.-dijo triste

Vi como sus ojos empezaron a ponerse rojos y comenzó a llorar, yo le abracé fuertemente y le susurré

-Tranquilo todo estará bien, nosotros podemos seguir juntos.- dije para animarle

Que mentira más grande acababa de soltarle, nada estaba bien. No se podía ir y menos ahora que lo nuestro iba viento en popa. Alzó la vista, ya había parado de llorar pero seguía triste.

-¿Cuando te vas?.-pregunté

-Esta noche.- susurró

-¿Qué?.-grité impresionado

-Lo siento, Frank, yo también me acabo de enterar.- dijo apenado

-¿Adónde vas?

-A Estados Unidos

No podía responder, el amor de mi vida se iba hoy y quien sabe para cuanto tiempo. No me atreví a preguntarlo. Noté como por mis mejillas corrían lágrimas, no quería que se fuese que se alejase de mí. Él se percató de mis lágrimas y me besó. Sus labios eran suaves, dulces y jamás volvería a probarlos. Ambos alargamos el beso todo lo que pudimos hasta que nos separamos para respirar.