Era el primer día de clase en mi nuevo instituto, en mi nueva vida. Deseaba con todas mis fuerzas camuflarme entre las columnas del pasillo, que nadie notase mi existencia, desaparecer completamente de allí. Se puede decir que esta mañana me he hecho pasar por una piedrecilla insignificante al lado de un camino. Pero aún así notaba que la gente me observaba, me miraba de arriba abajo y hacían comentarios sobre mí entre ellos.
Por un lado era normal, era la presa nueva de aquella cárcel. Sentía pánico; pánico porque todas aquellas personas desconocidas me estaban mirando sólo a mí.
Noté que allí se conocían todos, que era como un gran familia y yo la intrusa. Pero esto no fue lo que me llamó más la atención, si no todo lo contrario, me parecía normal, ya que, éste era el único instituto de todo el pueblo, que como mucho, tendrá unos cuatrocientos habitantes. Un pequeño pueblecito costero al norte del país, con unas carreteras pésimas, y con una comunicación poco eficiente en caso de emergencia. Es decir, un lugar separado del mundo, desconocido para la mayoría de la gente.
Sonó el timbre. Yo no estaba muy segura de hacia donde tenía que dirigirme. Subí las escaleras en dirección al siguiente piso. Me encontré en un amplio pasillo con unas taquillas de color rojo sangre, que se dividía en dos.
Fui por el de la derecha para ver si había algún indicador que pusiera : 3er curso. Pero no, allí justamente estaba el de 4º curso, así que di media vuelta y me dirigí en sentido contrario en busca de mi clase.
Nada más girarme choqué contra una chica de pelo de color gualdo, la piel muy blanca y unas gafas de color negro y se me cayeron todos los libros que llevaba en la mano. Se me estremeció el cuerpo del susto.
- ¡Lo siento mucho!¡No era mi intención! Que torpe soy.... - dijo mientras me ayudaba a recogerlos
Yo me abstuve de decir ninguna palabra y recogí los libros en silencio.
- Me llamo Adriana.- dijo finalmente cuando disponía a marcharme- Estoy en tercer curso y sé que tú también, si quieres te podría acompañar a clase.
Asentí con la cabeza escondiendo mi cara con el libro de física y me atreví a pronunciar:
- Gracias, soy Julia
Dicho esto comencé a andar con paso rápido hasta que entré en mi "deseada" clase de gente desconocida. Sentía que era una golondrina entre cuervos.
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Desde Las Entrañas De Un Pensamiento
РазноеNarra vida de una chica al mudarse a un lugar completamente diferente del que provenia. Esta chica tiene una minusvalia que hacia que ella viviera su propio mundo desde dentro de su mente, apenas se relacionaba con nadie; al principio resaltaba por...