OC R.N.
Desde que me mude aquí, todo a sido fatal, todo me va de mal en peor. Bueno, si, estoy con ella. Pero eso no quita que mi vida sea una mierda. Basicamente, siempre estoy sola, con ella y mi familia me tiene harta. Solo hablan conmigo para obligarme a comer, o para decirme que soy una inútil, que no sirvo para nada. Y, dios, en serio, cansa. Hoy me levante, era fin de semana, si, genial, dos días escuchando a mis padres, de pronto algo me llego a la cara, dandome un gran golpe en la cara, al abrir los ojos, vi que era una cadena, una cadena con a que paseábamos a mis perros.
-Tu, levantaré ahora mismo y saca a pasear a estos. -Dijo con impotencia-Si, ya voy papá
Me vestí con lo primero que pillé. Una sudadera a rayas morada y unos pantalones morados, igual los zapatos. ¿Se nota que es mi color favorito? Encima amaba esta sudadera, era a rayas y me recordaba al gato Chessire. Al salir de mi cuarto, agarrar mis llaves, llamar a mis perros y amarrarlos, salí de mi casa hacia él bosque cercano. Allí, solté a mis perros y los dejé corretear por ahí. Al sentarme en él pie de un árbol, me di cuenta de que mi gata me había seguido, la deje corretear por ahí, sabia que si la llamaba venia, era como un perro pero con forma de gato, de pronto comencé a sentirme observada y a los 20 minutos volví a amarrar a mis perros y empecé a llamar a mi gata. La llame durante 15 minutos. 15. Putos. Minutos. Y no apareció. Pero, en él minuto 16. Justo en ese minuto, algo o alguien tiro delante de mi él cadáver de mi gata, mi pequeña gatita, abierta y sin órganos. Aparté mi vista del cadáver y fije mi vista al frente Eyeless Jack estaba frente a mí con una sonrisa psicópata, con su bisturí lleno de sangre y comiéndose los órganos de mi pequeña gata, lo miré con odio, inmediatamente salté contra el quitando la correa de mi perro para ahorcarle con ella cosa que no conseguí debido a su agilidad entonces el desapareció. Yo volví a mi casa con mis tres perros que por lo menos están a salvo y me metí en mi cuarto junto a estos. Pero claro no voy a estar tranquila, al rato llegó mi padre qué volvió a decirme lo mismo era una inútil y no merece nada, yo simplemente le ignoré y volví a lo mío, leer aunque la verdad él no se cansaba, estuvo como durante media hora o una hora diciéndome que era una inútil, que no valgo para nada y que no sabía porque tenía una hija y la verdad me harto. Agarre la cadena de mi perro y lo ahorqué dejándole en el suelo sin vida, cosa que hice exactamente igual con mi madre. Luego de eso agarre a todos animales ropa necesaria para algunas semanas y algún suministro y salí de aquella casa muy muy rápido, todo había acabado aquí para mí. Y juro por todo. Que cobraré mi venganza cueste lo que cueste.
R.N.
OC Zaira Utagawa
No me puedo creer que en tan solo unos minutos me hayan arruinado la vida. Cada vez que lo recuerdo me enfurezco. Ese puto dia...
-Flash back-
Mi familia y yo viviamos muy apartados del resto del pueblo en Japón, todo por que dicen que mi ojo derecho es diabólico, pues es rojo y su pupila es estrecha como la de un gato, mientras que mi ojo izquierdo es gris y la pupila es normal, al ver que a todos le daba miedo decidi taparmelo con el flequillo. No habia ido al colegio por que me insultaban y golpeaban, y mis padres, al saber esto, permitieron que no vaya al colegio con la condicion de que estudie en casa ya que tenian todo tipo de libros educativos para todas las edades, asi que me puse a estudiar, al poseer memoria fotografica era facil, pero tambien lo entendia perfectamente, mis padres decian que soy una prodigio. Mi padre entrenaba a mi hermano para que pudiera defenderse y yo tambien quise, empece a entrenar a los cinco años y a los seis ya lo tenia dominado. A veces me encontraba animales heridos y los llevaba para que mi madre los curara, de vez en cuando yo la ayudaba. Pero cuando el infierno empezo fue la mañana de mi cumpleaños.
Mi madre estaba limpiando la casa, mi padre habia ido a trabajar y mi hermano mayor a jugar con sus amigos, yo como no tenia amigos me quede haciendo una corona de flores para mi mascota, una cria de zorro hembra llamada Canela, cuando derrepente siento que me golpean y todo se vuelve negro. Al despertar me encuentro en una cama atada de brazos y piernas, estas de forma que queden abiertas. Cuando miro al rededor veo a cinco hombres.-Buenos dias nuestra diosa. Dijo uno.
-Es igual a como nos dijo el jefe, Abraham- Dijo otro al que habló, que al parecer su nombre era Abraham.
-Solo nos queda ver si su ojo es como nos dijo, Eduard- Dijo otro al que le hablo a Abraham.
-Lo sé, pero solo hay que levantarle el flequillo, Chris.
-¿Pues a que esperais? ¡Hacedlo! Dijo uno que estaba tumbado en un sillon con los ojos cerrados.
- Ya va. Dijo un rubio.
Al decir eso me levantaron el flequillo, al ver mi ojo sonrieron.
-Es ella. Dijo el tal Chris.
Cuando escucho eso el hombre que estaba tumbado se levantó y apartó de un manotazo a los que estaban a mis pies.
-Yo sere el primero. Dijo.
Los demas ni lo dudaron y se apartaron.
De ahi solo recuerdo las jorribles imadenes que quedaran en mi memoria por siempre... y puedo asegurar que sera mucho tiempo. Cuando desperte estaba en mi cama ¿una pesadilla? ojalá. Me mire las muñecas y, efectivamente, estaban vendadas y ensangrentadas como mi cama. Baje y a medida que lo hacia oia llantos. Mi familia lloraba pero al verme se sorprendieron y me abrazaron. De ahi todo fue normal hasta un mes despues.
Mi padre siempre llegaba para comer, pero esta vez tardaba demasiado. Decidi ir a buscarlo y cuando lo encontre el estaba siendo mutilado por los mismos bastardos que me mataron. Desde ese dia algo en mi fallaba, empece a dibujar y con la prectica me converti en profesional en tres meses, lo unico que hacia aparte de lo esencial para vivir, por asi decirlo, era dibujar. Solo dibujaba las horribles escenas con todo lujo de detalle. Crei que todo seria normal, pero me volvi a equivocar.
Mi hermano y yo habiamos salido a recoger fresas y cuando volvimos la casa estaba ardiendo y de esta salio mi madre envuelta en llamas, tratamos de salvarla pero era tarde. Lo que fallaba en mi empezo a faltar.
Cuando cumpli 15 años mi hermano fue atrapado por robar y fue condenado a la guillotina, nuestro pueblo era muy medieval. Yo fui con la esperanza de que hiciera algo, pero no lo hizo, cuando el verdugo tiro de la palanca la hoja corto el cuello de mi hermano si piedad y su cabeza cayó con una sonrisa en ella, nunca olvidaré esas palabras "no mueras sin luchar". Si embargo senti una mirada sobre mí, la del verdugo, y entonces me di cuenta de que la muerte de mi familia había sido cosa de los que me asesinaron.
Al ser menor de edad no podia vivir sola asi que una familia me adoptó y tuve que dejar Japon para irme a un pueblo en América, alli conoci a una chica que era un año menor que yo, en poco tiempo se volvio en alguien importante para mi. Esta familia me veia como una sirvienta y me golpeaban y torturaban cada vez que hacia algo mal, tratando de matarme pero... ¿como matas a un muerto?
Lo que mas me gusta es jugar con la vida de los demas, yo soy la diosa y ellos los seres inferiores.
Un dia me me llevaron al psicológico para saber lo que pasaba por mi mente ya que decía cosas incoherentes, pero todo estaba planeado. Empece a decirle cosas al psicologo que lo volverian loco, su locura se desato mas pronto de lo que esperaba y se lo tuvieron que llevar, pero yo no me libraba, me llevaron al manicomio y me pusieron una camisa de fuerza. Pasaron los dias y me trataban como loca, aunque cuerda no estaba. Un dia se me paso algo divertido por la cabeza. Soy una diosa no tengo por que estar aquí. Hace tiempo podría haber hecho esto, pero en mi cabeza contra mas complicado sea, mejor. Me quite la camisa de fuerza fácilmente y abrí la puerta, al verme los doctores y enfermeras que pasaban por ese pasillo se sorprendieron y asustaron al ver mi sonrisa psicópata. Con una velocidad sobrehumana fui hacia una enfermera y le aplasté el cráneo. Seguí asesinando a todos los "cuerdos" que había allí y liberando a los locos, estos salieron felices del mancomio. Al terminar con todos agarre una botella de gasolina que había en el parking y un mechero que tenia una enfermera, eche la gasolina por todos lados y cuando salí le prendi fuego.
Después me dirigi a mi casa, me cambie con una chaqueta marron , una camisa blanca, una corbata roja, una falda negra y de bajo de esta un short deportivo negro, unas calcetas de medio muslo rajas y unas vanos negras, la chaqueta se me caía así que decidí amarrarla por los brazos. Al ser de noche mis padres estaban dormidos así que me dirigí a su cuarto. Recogi mi flequillo de manera que mi ojo derecho se vea, me concentre en ellos y solo esperé, jugando con unas tijeras.
Cuando se despertaron sobresaltados yo solo sonreí como psicópata que soy mientras jugaba con unas tijeras bien afiladas.
-¿Al fin despertasteis? Espero que no hayais tenido pesadillas.
-Tú, mocosa de mierda ¿como has llegado aquí?. Me dijo mi amada madre asustada.
-No insultes a tu diosa, escoria. Dije con superioridad sin dejar mi sonrisa a un lado.
-¿Tú? ¿Diosa? No me hagas reir. Y mi querido padre hablo.
-Seguid diciendome cosas, asi me divertire mas. En ese momento saque mis tijeras de un porta tijeras de las que llevan las peluqueras que llevo en la pierna derecha.
Al verlas se asustaron. Me fui acercando a ellos y en un abrir y cerrar de ojos estaban muertos. Una idea paso por mi cabeza, fui a la cocina y vacíe una botella de agua. Volví donde los cadáveres y metí la sangre que derramaban en la botella y me la bebi, estaba deliciosa. Luego salí de allí para adentrarme en el bosque.
Y juro matar a los que me arruinaron la vida.Utagawa.
