Parte 1

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Hola, bienvenidos a todos de regreso a este loco mundo ^^/

Yugi-oh! No me pertenece. Las canciones tampoco.

El Campamento del Terror

Un tazón listo y la máquina para palomitas encendida. Perfecto para una noche de ver pelis en casa, sola.

El teléfono suena y ella contesta.

─ ¿Hola?

─ ¿Es la señora de la casa? ─La voz era grave y un tanto forzada.

─Sí, más o menos ¿por qué?

─ ¿Está conforme con su servicio de larga distancia?

─Sí, y colgaré el teléfono ─dijo la fémina, sabiendo que se trataba de un bromista.

─ ¿Cuál es la prisa, Yuki?

La chica se quedó de piedra, al oír aquel 'bromista cualquiera' decir su nombre, tomó una respiración profunda y trató de guardar la calma, luego soltó una risa nerviosa.

─ ¿Te asustó la llamada telefónica, Yuki?

Con la risa bailando en sus labios, ella se acercó a la puerta que daba al patio trasero, viendo por la ventanilla de la misma ─jajaja ¿eres tú, Ren? ─dijo, suponiendo que era su gemelo quien trataba de hacerle una broma.

─Ren está en el juego de futbol ¿lo olvidas?

La chica abrió grandes los ojos, esto ya se pasaba de castaño oscuro ─Dime quién eres o te cuelgo ─amenazó.

─Puedes hablar a 40 lugares diferentes con nuestros planes nocturnos y fines de semana ─retomó con el tema que había iniciado la llamada.

Ella saltó en su lugar, sobresaltada por las palomitas que empezaron a desbordar de la máquina y corrió a la puerta para cerrarla, y ponerle cadena.

─Escucha lunático... ─trató de parecer firme pero fue interrumpida.

─ ¿Estas segura de que cerraste todas las puertas? ─ella miró por la ventana ─ ¡¿Hasta la del perro?! ─asustada corrió hacia la puerta del patio donde estaba el rectángulo mediano que daba pase a su mascota a la casa, dejando el teléfono tirado.

Y justo cuando iba llegando, una figura masculina con una careta de Bonnie* entró por la puerta de mascotas, la chica gritó cayendo de sentón, pero al chico se le calló la máscara.

Los dos no pudieron más que echarse a reír.

Las luces del salón se encendieron al mismo tiempo que algunos alumnos abucheaban el intento de film de terror/suspenso que un grupo de sus compañeros había presentado como actividad extra para ganar puntos con la temática de Halloween.

Joey se estiró en su asiento para quitarse la pereza pues llevaba ya un buen rato con los brazos cruzados sobre su pupitre para reposar su cabeza, frotó sus ojos húmedos por los varios bostezos que había soltado en los 10 o 15 minutos que había durado la pésima imitación de cortos de terror.

─ ¡Ay! Esto está tan aburrido que me estoy durmiendo ─dijo el rubio, mientras la profesora al frente calificaba la presentación.

─Este intento de película de horror es una basura ─apoyó Tristán.

─Ofende a los amantes del género ─siguió Ryou quien estaba medio recostado en el hombro de Malik, también con expresión de aburrición y hastío.

El Campamento del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora