El ruido de la calle es lo único que se escucha, Nagisa está lavando los platos como todas las noches, "Track" un plato se ha roto, "trish" junto a un vaso de vidrio, Nagisa alza la mirada, haciendo una mueca de desagrado, recarga sus codos en el borde del lavavajillas, se ha cortado y aun así no le importa, suelta un sollozo lleno de dolor y después muerde su labio, escucha el auto llegar, se acerca a la ventana y observa el auto negro de Rei, al fin ha llegado a casa, aprieta sus puños sangrantes, odiaba que Rei volviera a casa, ya sabía lo que eso significaba.
Corre al ver que Rei se aproxima a la puerta, lava sus heridas y rápidamente recoge los restos de los trastos tirándolos al cesto de basura, Rei deja las llaves y el abrigo en el perchero de la entrada, se quita los zapatos y después deja el portafolio en el sofá a la vez que deshace el nudo de la corbata, después entra a la cocina observando al rubio aun lavando los trastes, Rei se ajustó las gafas y caminó hacia la parrilla, al parecer Nagisa había puesto agua a hervir para servirle té, apagó la parrilla y acercó el recipiente con té, observó a Nagisa inmutable como hacía ya varios meses, en donde trataba de no mantener contacto con el de cabellos azules.
-Hola-habló Rei al ver que su pareja caminaba hacia la mesa para tomar un trapo, sin embargo el rubio ni siquiera le miró-Hola-repitió, pero Nagisa aún mantenía la postura de no hablarle, Rei suspiró acomodándose las gafas y después observó que Nagisa volvía al lavavajillas para mojar un poco aquel pedazo de tela-¿Podemos hablar?-preguntó el de pupilas violetas, recibiendo un silencio, aquello lo comenzaba a desesperar –Te he preguntado que si podemos hablar.
Nagisa ha hecho una mueca de desagrado ante la insistencia de su esposo, ha rodado los ojos y no piensa voltear a verlo, Rei suelta un golpe a la pared y gruñe molesto,
-¿Es que acaso vamos a seguir con lo mismo?, Háblame y mírame al menos, ¡¿No piensas dejar de aferrarte al pasado?!-Nagisa ha perdido su poco autocontrol, sus hermosos ojos rosáceos se han llenado de lágrimas, suelta un sollozo y aprieta los parpados tratando de contener el llanto, Rei le observa, niega con la cabeza está molesto.
-Definitivamente esto no va a funcionar-Dicho esto se da la media vuelta acomodándose los zapatos y tomando de vuelta su abrigo y las llaves, sale azotando la puerta tras de sí y después de arrojar las cosas en la parte trasera del auto se sube limpiándose las lágrimas, Nagisa le observa desde la ventana, le observa alejarse con rapidez, con los ojos hinchados del llanto.
Nagisa se ha sentado en el sofá abrazando una almohada, la aprieta entre sus delgadas manos, sabe que Rei está molesto, pero no puede evitar llorar, no puede evitar no mirarlo a la cara, no puede dejar de sentirse infeliz, por más que Rei se lo pida, simplemente la felicidad acabó para él aquel día....
No todo en la familia Ryugazaki fue mala, hubo una temporada en la que ambos fueron realmente felices, solían ser una familia normal junto a su pequeño hija de cabellos azules y ojos rosáceos, Rei a pesar de ser tan serio siempre fue un buen padre, siempre salían juntos a todos lados, el nombre de aquella pequeña era Sakura, porque cuando ella nació fue el primer día en que los cerezos comenzaban a caer; Sakura siempre llevaba consigo un muñeco de felpa el cual le había comprado Nagisa el día de su primer cumpleaños, era un bonito pingüino al cual llevaba a todos lados, eran una familia como cualquier otra, iban al parque y jugaban juntos, a veces veían a sus amigos, dependiendo del tiempo.
La pequeña Sakura era igual de dulce que Nagisa, siempre quería estar al lado de su padre, abrazándole o besándole, muchas veces solía "discutir" con Nagisa, a pesar de que la pequeña en ese entonces tenía dos años, tenía en claro que algún día se casaría con su padre.
Cuando Sakura cumplió los dos años, Nagisa y Rei la habían llevado a comer pizza, pues la pequeña adoraba la pizza, había tenido una velada hermosa en familia, dieron las nueve cuando la familia quiso volver, Rei y Nagisa llevaban de la mano a la pequeña Sakura, hasta llegar a un pequeño bettle 2001 color amarillo, entonces abrieron la puerta trasera colocando a Sakura en su sillita para bebés, la pequeña hizo un puchero al no encontrar a su pingüino, pero Nagisa se lo dio apenas lo encontró evitando un llanto por parte de la menor, Rei se aseguró de colocarle el cinturón de seguridad y después Rei y Nagisa se posicionaron en los asientos de piloto y copiloto respectivamente.
El camino fue normal, la pequeña Sakura se había quedado dormida en el asiento, paz y tranquilidad. Rei recibió una llamada, la cual atendió, Nagisa frunció el entrecejo preguntando constantemente "¿Quién es?", Rei le fulminaba con la mirada, Nagisa estaba molesto por aquel gesto y le arrebato el teléfono, Rei despego la vista del frente y tomó a Nagisa de las muñecas quitándole el teléfono, dio la vuelta en una esquina, sin darse cuenta que un auto venía también, Nagisa si se dio cuenta, y llamó la atención de Rei, pero ya era demasiado tarde.
El auto había impactado la parte trasera del auto de la familia Ryugazaki, había miles de vidrios esparcidos por todo el pavimento, humo, sirenas de ambulancias y patrullas, y, cerca de la banqueta, estaba el pequeño pingüino de Sakura.
Rei se quedó a un lado, en shock, Nagisa lloraba y gritaba con dolor aferrándose con todas sus fuerzas al cuerpecito en la manta, pidiéndole que volviera, pero eso no sucedió.
Después de eso, ambos habían pasado noches de insomnio, de llanto, de dolor... Rei solía dejar de comer, encerrándose en libros, Nagisa lloraba todo el día aferrándose siempre al vestido que llevaba su hija ese día.
Incluso ese día, mientras empapaba el vestido de Sakura, alzó el rostro y apretó el puño, salió de la casa, llamó a un taxi y dio la dirección a la que quería llegar, al final llegó a aquel departamento, buscó entre sus llaves hasta que dio con ella, abrió la puerta topándose con su esposo que lloraba aferrándose a la pared, corrió hacia él y le abrazó con fuerza, ambos lloraron...
Lloraron juntos...
A pesar de que, desde aquella vez, ni siquiera fueron capaces de llorar juntos.
ESTÁS LEYENDO
Mi pequeña y rota familia
FanfictionRei y Nagisa son una familia que se ha quebrado, ya no es lo mismo, los problemas aumentan.... Pero no siempre todo fue así. Nagisa sigue aferrado al pasado y a Rei le estresa esa situación. ¿Lograrán salir adelante dejando atrás a los fantasmas del...