Hoy es un día hermoso y por esa razón salí a pasear. Mi esposa se fue a buscar la cena...por esa razón aproveché para visitar a mi buen amigo, el señor Escarabajo.
El Sol brilla alegremente en este lugar.-¡Hola! ¿Hay alguien?-, llamo a la puerta del Sr. Escarabajo en espera de su amable respuesta. Pasaron minutos y nadie atendió a mi llamado; me preocupé de que a mi amigo le hubiera pasado algo malo y... con un poco de miedo, me dispuse a abrir la puerta, lo busco y me encuentro con una sorpresa: mi amigo, el Sr. Escarabajo, perdió una parte de su cuerpo... ¡un pie!
-¡Amigo, amigo! ¿Qué ha sucedido?- pregunto asustado
-Una roca me cayó y así quedé- me responde con tristeza. Miro su situación por unos segundos y lo decido...
-No te preocupes, amigo- le sonreí
*El sr. Cienpiés cortó uno de sus pies para dárselo a su amigo, el Sr. Escarabajo. Esto fue por la amistad que se tienen.*
Hoy el día está radiante. Mi esposa me acompaña a pasear por el campo:
-Estás muy linda, querida- le digo, ella me da las gracias y se va a conversar con la Srta. Mariposa, dejándome solo; miro lo bella que es la Srta. Mariposa, y sin querer, digo en voz alta:
-Que hermosa es Mariposa-, mi esposa me escuchó y ahora me da una cachetada junto con unos buenos golpes; por eso perdí 5 pies y obtuve moretones por todos lados...
*La Sra. Cienpiés dejó al Sr. Cienpiés, se llevó todas sus pertenencias y se fue con el Sr. Grillo*
Hoy llueve y no he salido de casa; sigo pensando en el pasado que tuve con mi esposa...y esos vagos recuerdos que pasan, donde éramos felices. Escucho gritos afuera, pidiendo ayuda con desesperación... alarmado, salgo de casa aun estando lloviendo. Miro por todos lados y encuentro un arroyo... ¡el Sr. Oruga está en peligro de ahogarse!... Sin pensar, me arrojo para salvarlo, la corriente me dificulta llegar...pero por él, puedo esforzarme más. Al cabo de varios minutos, logré ponerlo a salvo...pero volví a perder pies, 10 esta vez.
-Amigo Sr. Oruga, ¿por qué no nadó hasta la orilla?- le pregunto...
-No pude porque perdí todos mis pies al momento en que el viento me llevó- me responde. Y yo, mirando su situación, le digo:
-Entiendo muy bien...-
*El Sr. Oruga recibió el grato regalo de 20 pies por parte del Sr. Cienpiés*
Hoy el día es agradable; la Hormiga Reina me ha invitado al nacimiento de sus nuevos bebés y estoy en camino.
-¡Oh mieles!- escucho gritar a lo lejos, me apresuro y busco de donde vino la voz... es la Hormiga Reina, lamentándose por la situación de sus hijos... ¡han nacido sin siquiera un pie!...
-¡Oh!¡Mis bebés! ¿Qué podré hacer por ustedes?- lloraba la reina.
-Descuide, su alteza- le calmé...pensé en la cantidad de pies que daría...50 pies
*El Sr. Cienpiés le dio los pies necesarios a los recién nacidos, quedándose solo con 4 pies...y aun así...siguió siendo muy feliz hasta el final de su vida.
FIN
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El Sr. Cienpies
KurzgeschichtenUna curiosa historia sobre un cienpies que ayuda a los demás.