Queridos padres:
Papá y Mamá, estoy feliz pero triste. Feliz porque el día de hoy dejó esta vida. Triste por ustedes y el pequeño Aron.
Sólo les pido que no lloren, simplemente mis hombros eran tan débiles que no podían con tanto.
¿Cómo ustedes creían que fui feliz? No lo fui, ustedes siempre en su trabajos, tener que hacerme cargo del pequeño Aron, de casa, y por último y más dolorosa; mis problemas con la comida.
Pero saben no fueron ni los mejores ni los peores padres del mundo.
Y no comentan el error que cometieron conmigo con el pequeño Aron.
Diganle a mi pequeño grupo de amigos que no me recuerden cómo la chica que se suicido, que en su nota de suicido confesó que sufría de trastornos alimenticios. Si no como esa chica que todos los días sonreía.
Los amo.
Samantha Collins.