Oh Dios, oh Dios, oh Dios.
Esta noche llega LuHan.
He estado hablando con él.
Es simplemente genial.
No creo que tengamos ningún problema.
Las profesoras no se si se han dado cuenta de que han traído aquí a los chicos justo cuando hay fiestas. De verdad, está semana está llenisima de fiestas.
LuHan me ha dicho que se le da muy bien el coreano así que no hace falta que me mate intentando hablar chino o pasar vergüenza pronunciando mal el inglés.
Tengo cuatro horas para ordenar mi cuarto, bueno, nuestro cuarto y decidir dónde vamos a cenar y como le voy a hablar o como le voy a saludar. De verdad espero que no sea incómodo al vernos ya que llevamos hablando varias semanas.
Mis compañeros no han hablado mucho con sus alumnos de intercambio. Con suerte sabrán cómo se llaman y que pintas tienen.
Ya le he dicho a LuHan que mi habitación está llena de fotos y dibujos y figuritas él dice que no pasa nada pero sigo dudando en si quitarlo o no.
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Oh Dios, oh Dios, oh Dios.
Estoy en el coche de camino al Instituto donde pronto llegará el autobús que trae a LuHan y sus compañeros del aeropuerto.
He decidido que para una palabra que se en chino se la voy a decir, por eso lo saludaré en chino con un apretón de manos.
Luego dejaremos su equipaje en el coche para que lo lleven a casa mientras que el y yo vamos dando un paseo a mi restaurante favorito.
Vamos a comer sushi.
Ya se qhe debería llevarlo a comer comida coreana y eso pero a los dos nos gusta el sushi y a lo me por a él no le gusta la comida coreana.
Joder que nervios ya estamos frente al Instituto y mi madre está aparcando.
El autobús no ha llegado aún pero todos mis compañeros si.
¿Como ellos se ven tan relajados?
Dios prefiero no hablar con nadie.
Seguro que el gilipollas de Kai sólo me pone más nervioso.
Y ya consigo ver el autobús llegando y aparcando frente a nosotros.
Estoy buscando a LuHan pero con lo nervioso que estoy no lo consigo ver entre tanta gente.
No lo veo hasta que sale de ese cúmulo de personas con una maleta casi más grande que él.
La verdad se ve muy gracioso.
Y muy guapo.
Es pequeño, delgado, una piel muy blanca, con el pelo rubio y unos ojos bastante grandes.
Ahí voy.
-Nihao...? -Ni siquiera se si lo he dicho bien, que vergüenza.
-SeHun! - Grita de repente y me abraza. Al principio no correspondo porque estoy bastante en shock, pero se me pasa y lo abrazo.
-Lu, ¿quieres dejar tus maletas en el coche y vamos a cenar?
-Uh si me muero de hambre jajaja -su risa es genial.
Lo acompaño hasta el coche y dejo su maleta en el maletero.
-Vamos a avisar a la profe de que nos vamos - le dije y sin esperar respuesta me dirigí hacia la profesora. - Profe, nosotros nos vamos ya.
-Ah, bien SeHun. -Se paró a tachar algo de un papel.- pasarlo bien.
- Si profe, adiós.
-Bueno, he pensado en ir a cenar sushi y luego ir a casa a ver alguna peli o jugar vídeo juegos hasta que nos entré el sueño.- le explicó el plan que me tomó un puñeterahora decidir.- ¿Te parece bien?
-Me parece estupendo Hunnie.- se giró y me dedicó una sonrisa. -Uh, espera, ¿puedo llamarte Hunnie?- me preguntó con cara de cachorrito.
-Claro que si. - y solté una carcajada con mi horrible risa pasándole mi brazo por los hombros.
-Bien Hunnie, pues vamos a comer sushi y ver películas y jugar videojuegos hasta quedarnos dormidos.-él también rió- por cierto me gusta tu risa.
-Y~ Y a mi la tuya.- dije girando mi cara hacia otro lado, intentando que no se de ccuenta de mi sonrojo, aún con mi brazo sobre sus hombros.
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COMENTARIO DE LA AUTORA
Pido perdón a las dos o tres personas que lean esto, se que es corto, se que no es muy bueno pero prometo ir mejorando ¿si?
Intentaré actualizar más seguido por si a alguien le interesa.
Gracias ^_^
