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Mierda, gritar hizo que me doliera la cabeza, decidí que no podré aguantar el mal humor de mi profesor de historia, y me dirigí a cafetería, al entrar no habia muchas personas ya que todas tenian clases.

-Buenos días Margaret.- digo saludando a la señora que cocina, ahora que lo pienso me llevo muy bien con el personal del instituto.

- Hola señorita west, no debería estar en clase?- pregunta ella poniéndose su delantal cuadriculado rojo y blanco.

- He tenido un pequeño accidente-digo señalando mi cabeza. -Tienes galletas de chocolate?-

A pesar de haber almorzado ya tengo mas hambre ahora, soy una cerda sin remedio.

- Si aquí tienes.- dice entregándome un paquete- Y tenga mas cuidado señorita west.-

Me senté en una mesa a devorar las galletas después de pagar.Cuando siento a alguien sentarse en frente mío.

- Aun no me has dicho tu nombre.- dice con una sonrisa seductora.

Mierda, es realmente guapo.

- Solo déjame comer en paz quieres?- digo con algo de indiferencia.

- Lo haré cuando me digas tú nombre.- dice terco.

No quiero decirle una mierda, o si?
Estupido..... Ryan?

- Y bien?- preguntan de nuevo.

-Kathe West.- digo rindiéndome.

El solo se queda analizando mis palabras y se acerca repentinamente quedando a poca distancia de mi.
Lo cual me pone nerviosa.

- Que horrible nombre.- susurra en mi oído alejándose hacia su asiento con una risa burlona en su rostro.

Que? Enserio?! casi me cago para eso!
No seguiré su juego, no me dejare llevar.

- Que carajo te pasa?-digo para luego mirar la pantalla de mi celular dándome cuenta que me he pasado de tiempo aquí en cafetería-Ugh, olvídalo.- me levanto guardando mis galletas  y dirigiéndome a la salida.

Sin duda fue un muy incomodo momento.

Cuando creo estar sola en el pasillo el mismo idiota que ha hecho posible un moretón en mi frente, aparece de lo mas feliz.

- Si vas a violarme hay alumnas con mejor cuerpo que yo, solo sugiero.- escucho una pequeña risa salir de sus labios.

- Si quisiera violarte ya lo hubiera hecho.- dice de lo más normal.- pero solo quería seguir molestándote es divertido.-

- Escucha, no quiero que...- no termino de hablar ya que siento una punzada en el pecho que me hace parar de caminar.

NO.NO.NO.

- Estas bien? Porque si quieres podemos regresar a la enfermería.- ahora se porta amable? Y dicen que las complicadas somos nosotras.

- No, no estoy bien, sólo... tengo que irme.- digo encaminándome al estacionamiento, mientras las punzadas son cada vez más constantes.

Historias cruzadas.[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora