Parte primera

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Baekhyun estaba sentado en el fondo del autobús, observando con detenimiento los copos de nieve caer y perderse en el manto blanco que cubrían las calles de Seoul.


Y suspiró, sin saber qué más hacer para calmar su emoción.


- Baek, ¿sigues allí?


El chico se sobresaltó en cuanto había escuchado aquella voz, y recordó que aún tenía el teléfono en su mano, pegado a su oreja, y que su mejor amigo estaba esperando en la otra línea a que contestara algo que no había tenido la oportunidad de procesar.


- Sí, aquí estoy. Lo lamento, 'Soo.

- ¿Te ha sucedido algo? Has estado suspirando desde hace un buen rato. Imagino que no has escuchado ni una palabra de lo que te he dicho.

- Sólo estaba pensando -dijo un tanto apenado-. Estoy algo nervioso, ¿sabes?

- ¿Es por ese sujeto? Todavía falta una semana para Navidad, ¿y ya estas nervioso? Por dios, Baek. Debes calmarte.

- Lo sé, es sólo... -soltó-. No puedo evitar estar ansioso. Y, para rematar, todo me recuerda a esa fecha.


Y es que no podía tener más razón.


Las casas decoradas con montones de luces verdes, rojas y amarillas, entre otras, sobre los techos y ventanas, moños navideños colgados en las puertas, muñecos de nieve hechos por niños, tiendas repletas de gente comprando regalos, y alguno que otro cantando villancicos, de los cuales Baekhyun reconocía unos pocos.


A pesar de faltar todavía una semana entera, las personas ya estaban bastante ocupadas preparando todo para el gran día.


- Bueno, debes olvidarte de aquello al menos por un momento, y escucharme -prosiguió su amigo, con un ligero deje de reproche-. ¿Sabes? Jongin y yo pasaremos las fiestas en casa de sus padres, y nos preguntábamos si querrías pasar la Navidad con nosotros. Sé que quieres quedarte allí para ver a tu amado muñeco andante, pero sería una pena que estuvieses solo otro año más.


Baekhyun pensaba lo mismo.


Y es que se sentía tan bien cuando aquel desconocido le daba una rosa, pero era tan solitario y triste luego de que se iba. Cenando solo, festejando solo, recibiendo saludos y regalos de sus padres desde China, pero, aún así, estando solo.


No era lindo, si era sincero. Pero él prefería quedarse y no ser una carga para los demás.


Así que sólo esbozó una débil sonrisa, agradecido en cierta forma.


- Me encantaría, 'Soo, pero no puedo -contestó-. Debo ayudar a la señora Park esta semana.


Su amigo bufó.


- Baek, ¿has vuelto a aceptar su petición de ayudarla en la cafetería?

- Y a decorar su casa.

- ¡Oh, por el amor de dios! -soltó-. Baekhyun, se supone que deberías de tomarte vacaciones en éstas fechas, como todas las personas normales. No trabajar horas extra.

The boy with the Nutcracker suit (Two-shot Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora